¿Qué significa?

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Después de un día atareado de preparar la base para su ausencia, había llegado la mañana en que el mensaje indicaba que la nave los recogería.

Tagoma daba unas cuantas indicaciones de último momento a los soldados de su área, mientras vigilaba de lejos a Sorbet, quien también repartía quehaceres a otros soldados.

En el angosto pasillo, las voces resonaron durante cerca de una hora, en que los capitanes corrían de un lado a otro y Sorbet no podía avanzar un metro sin que alguien llegara a reportar o pedir asistencia.

La noticia de la partida del encargado de la base había caído de la nada y todo parecía un caos.

"La base es un desastre..." Murmuraba Sorbet aveces. "Aun falta preparar las asignaciones del patrullaje y..."

Tagoma comprendió que eran los nervios hablando y que el comandante se preocupaba más de lo que dejaba ver.

Cuando intentaban terminar de asignar los cargos temporales, llegó la nave que traía al suplente y que, al mismo tiempo, los llevaría a ellos hasta la nave de Frieza.

Un joven de piel oscura bajó del móvil y se acercó a Sorbet. No era muy alto, pero su cuerpo era grande y su cabeza afeitada; una sonrisa brillante se asomó del rostro oscuro.

-Buen día. Usted debe ser el teniente Sorbet. Me llamo Kalat.- Saludó, extendiendo su mano al hombrecillo frente a el.

-Un gusto, señor Kalat.- Contestó el saludo Sorbet, tomándolo de la mano.

-¿Y si pasamos a que me de indicaciones? Según sé, debe irse lo antes posible.-

Dicho así, se dedicaron a aclarar los detalles de la base.

Unos minutos después, Tagoma terminó de hablar con sus soldados y se acercó a Sorbet.

-He terminado, señor.-

-Bien. Aquí también hemos terminado. Hora de irnos.-

Tras una despedida formal para Kalat, Sorbet y Tagoma abordaron la nave.

Dentro, guiados por unos soldados, se sentaron en unos bancos de una sala pequeña. La nave era más de carga que de pasajeros, por lo que el lugar estaba repleto de cajas y bultos.

Cuando despegaron, se les informó que tardarían cerca de doce horas en llegar a su destino.

Al principio, trataron de hacer una conversación casual, pero ambos estaban muy tensos y pronto solo quedó silencio en la sala.

Sorbet le sugirió a Tagoma el dormir lo que pudiera durante el viaje, porque deberían presentarse con los superiores nada más llegar. El chico acepto la oferta y se acomodó en su lugar, tratando de olvidar el horrible lugar al que se dirigían.

Sorbet, por su parte, no dejaba de preocuparse por lo que diría Frieza respecto al caso, y no logro dormir mas que un par de horas.

Una voz a lo largo de la nave, les aviso cuando finalmente llegaban a la nave principal del emperador, y ambos se prepararon para descender.

En la plataforma de aterrizaje, los esperaba un pequeño grupo de bienvenida, conformado por soldados rasos. Los guiaron hasta el interior de la nave.

-El señor teniente Sorbet, verá a Frieza ahora mismo.- Anunció un soldado, indicando que lo siguiera.

Cuando Tagoma dio un paso hacia ellos, otro soldado lo detuvo.

-Usted tendrá que esperar en esta área, por favor.- Dijo, señalando en dirección contraria sobre el pasillo.

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