Mi nuevo mundo...

Capítulo 17

Shigure y Hayato se encontraban a punto de tomar la perilla de la puerta pero yo no los deje ya que abrí la puerta sin antes tocar, el estar buscando el baño durante mucho tiempo me desespero así que no toque la puerta antes, los chicos me miraron sorprendidos pero al darse cuenta que mi cara parecía un  tomate se echaron a reír...

Yuki: No se rían -les grite molesta- perdón si abrí sin tocar antes -y cerré la puerta de golpe...

Shigure: -abre la puerta- Ya íbamos de salida pero no esperábamos que abrieran la puerta de golpe -termino diciendo aun riendo por lo sucedido...

Hayato: Ya no te rías estas viendo que esta apenada y tu la haces sentir mas mal -dijo dándole un golpe en la cabeza al cual Shigure respondió con un "auch"...

Yuki: Bueno, si ya no ocuparan el baño déjeme usarlo yo -comente olvidando el sonrojo que tenía...

Hayato: Esta bien pero te esperaremos, después te perderás de nuevo...

Cerré la puerta no antes de dedicarles un "de acuerdo" y al cabo de diez minutos salí bañada y cambiada, ellos tomaron mi mano y me llevaron a lo que pensé era su cuarto ya que al abrir la puerta vi dos literas, las paredes estaban pintadas de un color azul marino con negro, la combinación era hermosa. Me hicieron pasar y al estar los tres dentro cerraron la puerta y me hicieron subir a unas pequeñas repisas que estaban atornilladas de las pareces...

Yuki: Qué hacemos sentados aquí? -pregunte curiosa...

Shigure y Hayato: Esta es nuestra bienvenida...

Al terminar la frase los dos sus ojos comenzaron a brillar, dos botellas de agua que se encontraban en las esquinas del cuarto se voltearon haciendo que el agua saliera de estas, di un respingo al pensar que el agua terminaría en el suelo pero no sucedió, el agua se movía escribiendo algo, después de terminar de acomodarse esta se congeló dejando hueco el hielo, dentro de este varias flamas azules se acomodaron haciendo que el hielo se iluminara, muchos colores se reflejaron en las paredes. La vista era hermosa, era como ver la aurora boreal, sentí en mis mejillas como los gemelos me regalaban y beso tierno cada uno y mencionaban un "Bienvenida onee-san", los abrace por la emoción y dos pequeñas lagrimas rodaron de mis ojos. 

Estuvimos conversando hasta que mire el pequeño reloj que se encontraba colgado de la pared y vi que ya eran las doce y media de la madrugada, salté de la repisa hacia el suelo lo cual alarmo a mis hermanos haciendo que saltaran también, el hielo lo habían derretido haciéndolo agua y lo volvieron a vertir en las botellas, les dije que ya era tarde y que debíamos dormir ya que si no al siguiente día no podríamos levantarnos y conociendo a papá nos regañaría. Los gemelos por fin me llevaron a mi cuarto no antes de darme las buenas noche y después se retiraron a su cuarto. Me recosté en la cama tratando de dormir pero había algo que no me dejaba, sentí una mirada que provenía desde la ventana de mi cuarto, no quería mirar por miedo pero no podía seguir así, decidí voltear y al hacerlo vi algo que me sorprendió, ahí estaba Takumi observándome con una sonrisa algo tierna pero al verlo flotando fuera de la ventana en el segundo piso parecía más tétrica que nada...

Yuki: Que rayos haces Takumi-nii -dije molesta abriendo la puerta y dándole un golpe en la cabeza...

Takumi: Auch!, tranquila solo quería mostrarte algo pero al verte acostada tratando de dormir era lindo -dijo de la manera mas relajada que era posible...

Yuki: Ok pero no puedes ser mas civilizado y tocar la puerta o por lo menos tocar la ventana para saber que es alguien conocido y no un Jeff the Killer tratando de matarme? -no es de de dios asustar así a la gente...

Takumi: Perdón Yuki -dijo haciendo puchero- bueno en fin, acompáñame al invernadero...

Me tomo de las dos manos haciéndome salir por la ventana, me dio algo de vértigo pero lo supere, cuando estuvimos en el piso Takumi me llevo hacia al invernadero en el cual al entrar quede sorprendida. Las flores eran hermosas, había una combinación de rosas de diferentes colores con enredaderas que las separaban escribiendo "Bienvenida a casa", por un momento recordé cuando mis padres en México me habían recibido con un cartel con la misma frase escrita el día que regrese de un viaje que hice a Aguascalientes, estuve fuera una semana ya que fui con mi equipo de la maestría a presentar un proyecto. Comencé a sollozar, muchas lagrimas cayeron de mis ojos, trate de salir corriendo pero ya no estaba la puerta por donde entramos sino que en su lugar estaban posicionadas muchas azucenas blancas y rojas con mi nombre escrito, me deje caer de rodillas, las lagrimas no se detenían, sentí como los brazos de mi ahora hermano me abrazaban con fuerza y de su boca se escapaban frases de consuelo para que se detuviera mi llanto pero era imposible. Llego un momento en el que quedamos frente a frente y de repente Takumi me besos, fue un beso tierno, mis ojos mostraban mucha sorpresa pero note algo, ya no estaba llorando, al parecer fue la unica opción que encontró para que yo pudiera tranquilizarme. Se separo de mi y me abrazo, duramos un tiempo así hasta que estuve tranquila...

Yuki: Es hora de dormir -dije secando el resto de las lagrimas que quedaban en mis ojos...

Takumi: Es cierto -comento con una sonrisa- permiteme abrir la puerta...

Sus ojos comenzaron a brillar de un hermosos verde que hizo que me perdiera en ellos, un ruido me volvió a la realidad y lo seguí hasta ver como las flores y enredaderas que cubrían la puerta se apartaban para abrirnos paso, su movimiento era suave como si danzaran y eso hacia que la vista fuera agradable. Caminamos hasta la puerta y salimos de aquel invernadero de ensueño. El tomo mi mano y juntos caminamos hacia la casa en silencio, de ves en cuando miraba de reojo ya que sentía su mirada directo en mi y mis dudas eran resueltas al ver sus ojos en mi, llegamos a la entrada de mi cuarto y abrí la puerta para entrar, me gire para ver a Takumi y este me regalo una sonrisa hermosa y después de esto volvió a besarme, mi cara ardía de la vergüenza y cuando se separó note el mismo sonrojo pero mas débil en sus mejillas haciendo que parecieran un muñeco de porcelana, su rostro se acercó de nuevo a mi pero esta ves sus labios quedaron cerca de mi oído...

Takumi: Buenas noches Yuki -dicho eso se volteo y camino por el pasillo...

Yuki: Takumi-nii -hable algo fuerte para que volteara- buenas noches -dije sonriendo aun nerviosa...

La cara de Takumi al verme era un poema, estaba totalmente sonrojado y sus ojos totalmente abiertos, después de un minuto reaccione y corrí hacia el dándole un abrazo, le dije gracias y corrí de nuevo hacia mi cuarto dejándome caer en la cama y tapándome hasta la cabeza quedándome dormida al instante.

En la mañana desperté sintiendo un peso en mis piernas y brazos, abrí los ojos y vi algo que me dejo sorprendida, los gemelos estaban dormidos abrazando mis brazos y Reigi y Otoya estaban acostados a mis pies. Una pequeña venita salto de mi frente, respire ondo para tranquilizarme y después decidí despertarlos...

Yuki: Despierten ya hijos de su mamá!! -grite a todo pulmón lo cual hizo que despertaran...

Hayato y Shigure: Donde es el fuego!? -dijeron los gemelos...

Otoya: Yo no fui! -al parecer Otoya tenia un sueño en el que realizaba una travesura...

Reigi: Porque hacen tanto escándalo, dejen dormir -comento el mayor acurrucándose tratando de dormir...

Los cuatro reaccionaron al saber que ya estaba despierta, se asustaron al ver mi sonrisa de miedo y saltaron de la cama saliendo de mi cuarto, reí por su reacción, mire el reloj y me di cuenta que eran las siete de la mañana, me levante de la cama de un salto y tome algo de ropa de mi maleta y una toalla. Salí de mi cuarto corriendo viendo como Takumi salia del baño, pase por un lado suyo gritando un muy animado "buenos días nii-san" y me metí al baño pero antes de cerrar revise que no hubiera nadie dentro y después cerré la puerta con seguro. Escuche como los chicos tocaban la puerta fuertemente gritando el nombre de Takumi, grite que era yo la que estaba dentro y que tenían que esperar a que saliera del baño y que si llegaban a apresurarme los golpearía, un silencio se hizo detrás de la puerta y después se escucho un leve de acuerdo en coro de los chicos. Veinte minutos mas tarde estaba saliendo del cuarto de baño y los chicos estaban haciendo guardia para poder entrar, me dijeron que no tardaba tanto dentro y yo les dije que no era vanidosa.

Entre a mi cuarto y me arregle para bajar a desayunar, cuando pase por las escaleras una combinación de olor a café con hotcakes inundo el aire y mi estomago hizo ruido, al parecer el día empezara de manera tranquila pensé pero creo que hable muy pronto para eso...