Reencuentro

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Capitulo 2. Reencuentro


Pronto la mañana invadió el lugar y muy temprano el ahora hombre terminaba por preparar lo necesario para medio día de viaje, dejando a la pequeña dormir hasta el gran momento.

—Bien dormilona, es momento de prepararte...—Y aunque exteriormente no se viera nervioso al volver a su aldea después de todos aquellos años, realmente lo estaba ¿Cuántas cosas pudieron cambiar en tan poco tiempo? Sin duda mucha gente que volvería a ver lo estaría esperando, como también, personas que aun pesaban por su ausencia. Y aunque se había alejado por iniciativa propia, al intentar olvidar y sustituir aquel hoyo gigantesco en su corazón, el tiempo no curo nada.

Pero no podía quejarse ni quería hacerlo, pues desde el momento en que miro a aquella criatura por primera vez, pensó que era un pequeño Ángel que Dios había mandado en el peor momento de su vida. Y sin saber nada sobre los cuidados, termino encariñándose, adoptándola como suya.

De alguna manera nadie sospechaba que realmente no era su hija, ni siquiera alguien tan inteligente como Gaara el cual argumento que los ojos de la pequeña eran tan iguales a los de él. Tal vez su mismo deseo de que fuera suya causaba que todos pensaran que realmente eran padre e hija, aunque extrañado miro los ojos de la pequeña que iban perdiendo ese brillo tan azulado para ir siendo reemplazado por un color tan cristalino como el agua a medida que crecía, en alguna parte había leído que los ojos de un bebe cambiaban a medida que crecía, por lo cual no le tomaba mucho el peso.

—Entonces... ¿Por qué vamos a Konoha? —La pequeña completamente tranquila dejaba que su padre cepillará su larga cabellera roja, ella amaba su cabello dejándolo igual de largo como la señora de aquella fotografía que su padre llevaba consigo, según él era su abuelita junto con su abuelo, un hombre algo parecido a él ¿Si estuvieran vivos la amarían tanto como ella sin conocerlos los quería?

—Por qué el Hokage solicita mis servicios

— ¿Qué es un Hokage?

—Es quien dirige la aldea y cuida de esta, es una persona muy importante y también fuerte

—Papi es una persona muy fuerte e importante... ¿Por qué papi no es Hokage? —El hombre rubio solo guardo silencio, perdido por completo en sus pensamientos. Desde el primer momento que puso un pie fuera de la aldea hace años supo que aquel sueño que alguna vez tuvo desde pequeño, se desvanecería por completo, no obstante a pesar de ello no se arrepentía, por nada, pues gracias a esa salida pudo conocer a la personita que llenaba sus días y evitaba con su sonrisa que el cometiera alguna estupidez.

—Soy feliz siendo solo tu padre Hikari—La niña lo lleno de besos en respuesta, y el Uzumaki solo rio divertido. Aquella niña era su pequeña "luz" que iluminaba toda la oscuridad que la mujer que alguna vez amo...dejo tras su partida.

Una vez que todo estuvo listo para comenzar su travesía, la pequeña se aferró con fuerza al cuello de su padre para realizar más rápido aquel viaje, su largo cabello rojo se encontraba perfectamente amarrado en una cola alta, el viento los acariciaba a ambos a medida que el hombre saltaba de rama en rama. Nuevamente el rubio enfoco la imagen de su pequeña, y no pudo evitar sonreír con orgullo. Si bien no era su hija, le agradaba que todos piensen lo contrario, encontrando mil cualidades que lo hacían iguales, si bien su pequeña era a veces una travesura andante. Podía volverse a veces alguien muy elegante como tímida. Era una mezcla de actitudes que la hacían única, y la transformaban en su unica luz.

La primera vez que la tuvo en brazos y cuando miro aquellos ojos supo perfectamente que sus vidas se habían entrelazado. Y nunca pudo alejarla de su lado, ni siquiera cuando volvió a encontrarse con Shion.

La mujer de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora