La vida de un desastre

Capitulo 2

-Hola- me dijo 

-Hola- le respondí como se debe 

-Toma- me entregó el libro  y se retiro de una forma apresurada

 Es... un tanto... extraño? Pero...dios, debo decir que esos ojos me sacaron todo el aliento. Durante mi trance veo a la loca que tengo por mejor amiga acercarse a mi y se exactamente lo que va a decir...

-El...el...-

-Si Lucy, el me ayudo a levantar mis cosas- le dije de una forma indiferente y algo cortante para quitarmela de encima, la amo, en serio pero odio que piense que cada chico con el que hablo me interesa de alguna forma y el no creo que sea la excepción. 

-Ava! se nota a kilometros que lo tienes loco!- 

Que ingenua que es 

-Lucy, por dios, deja de soñar en grande, solo me ayudo a levantar un libro, UN LIBRO, ??--entiendes?- 

-Lo que digas- me respondió rodando los ojos y haciendo un movimiento extraño con sus manos que en serio detesto 

Me sente en mi lugar y tire mi cabeza hacia atras por lo cansados que habian sido estos 15 minutos, y aun me faltaba todo un año soportando esto... 

Un minuto despues cuando me sente "correctamente" el chico que me ayudo a levantar mis cosas hace poco estaba ahi y di un brinco al notar su presencia

-Eh...perdon si te asuste...es que...eh...-

-Que pasa?- Al parecer eso de hablar no se le da muy bien

-Pues...olvide regresarte tu boligrafo...-

-Ah...gracias, que amable- dije arqueando una ceja debido a que ese boligrafo no lo habia visto en toda mi vida 

-Adios-  me dijo dando media vuelta regresando a su lugar 

-Espera, como te llamas?- 

El señorito solo me vio y jaló su cabello hacia atras con sus dedos, debia admitirlo, se veia en extremo bien al hacer eso, sin embargo no dijo una sola palabra y dio media vuelta para hablar con alguien, debi imaginarlo. 

La mañana y la tarde transcurrieron de forma normal, matemáticas, historia, química... tantas materias con las que nos ahogan a diario, al menos en la hora final soy feliz al fin...

La clase de artes ha sido mi favorita siempre, me encanta dibujar y pintar, al menos durante ese tiempo puedo desahogarme de todo lo que siento, todo lo que me tiene mal...por un rato, pero creo que es suficiente. Entro al salón y lo vi, ahi estaba el chico que vi en la mañana asi que tomo una decisión drástica y pongo a prueba sus nervios, me acerco lentamente y me siento a su lado. 

-Hola chico sin nombre- le digo haciendo contacto visual y levantando una ceja 

-Hola... chica que tiene mi boligrafo- me responde y quedo sorprendida, jure que ese hombre no hablaría nunca 

-Pensé que no hablabas-

-Obviamente pensaste mal- me respondio guiñando un ojo 

Al ver su actitud decidi ponerme mis audifonos y comenzar con la obra de este mes.