[名探偵コナン UA, VERSIÓN 2O16]
DMPQ | ❛¿qué diremos de aquello que mataba pero nos hacía más fuertes? como echarnos de menos y después a la cara diez mil por qués.❜
-eurus edogawa
____________________________________________________ Y sé que estoy perdido, pero no perdiendo. Por eso me quedo conmigo un rato más. ___________________________________________________
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Joder. Joder. Joder.
Le había enviado un mensaje a Kaito, al verlo, como en su retorno, apoyado en una farola, observándolo (luego desapareció, como siempre; se le daba muy bien), y lo había leído. Esos dos estúpidos ticks estaban en azul. Y arriba, al lado de una foto de Kaito tumbado en la hierba en un parque, abajo del nombre con el que lo había registrado, "Ladrón muerto", se leía claramente "En línea". Se quedó embobado mirando la pantalla. Si lo había leído, ¿por qué no le contestaba? ¿Había vuelto su orgullo?
Levantó la vista. Estaba frente a un paso de peatones, próximo a la parada de autobús. Ni siquiera miró a los lados al cruzar. Se sentó en la parada, y volvió a fijar la vista en su móvil.
Ya no estaba en línea.
Lo pensó bien: ¿por qué iba a contestarle? Se suponía que él había muerto y lo había visto. Su obra de teatro acabó. Y él quería alejarse de Shinichi (o eso pensó, acertadamente, el propio detective), con o sin trola.
Claro... ¿Por qué iba a contestarle?
Y si no iba a contestarle, ¿por qué no lo había bloqueado?
¿Por qué había paseado por su cuerpo la esperanza de recibir un mensaje suyo? No quería verlo más. No quería saber más de él. No lo quería.
Había vuelto a estar en línea. Estaba escribiendo. Shinichi sonrió. Qué bajo has caído, Kaito Kuroba.
«El goben mahestro está en el hostal. X fabor, escrívale + tarde»
—¿Pero qué caraj...? —murmuró, acercando el rostro a la pantalla. A lo mejor no lo había leído bien. No. «mahestro». Ese no podía ser Kaito. Era algo ridículo a veces, sí, pero a esos extremos no llegaba. No era Kaito.
Goben mahestro... Joven... Maestro... ¿Jii?
Sin la más mínima duda de que aquel no era Kaito, tecleó en el móvil «¿Jii, es usted?» y lo envió.
Le sorprendió la lentitud de la otra persona al otro lado de la pantalla tanto como la tardía del autobús.
«Si»
Su corazón dio un vuelvco.
El Joven Maestro hestá en el hostal. ¿Qué hostal ni qué mierda...? El Joven Maestro está en el hostal...
«*hospital»
Shinichi pudo imaginarse la escena. Él corriendo como un loco hasta el hospital. Abriendo fuertemente la puerta de la habitación de Kaito (si es que estaba ingresado. No lo sabía). Encontraría a Kaito en una camilla, y a su alrededor, a Jii y su madre. Lo mirarían como si estuviera loco. Él estaría sudando. Y Kaito estaría dormido, tal vez inconsciente. Se acercaría a la camilla. Jii y Chikage decidirían dejarlos solos; abandonarían la estancia.
