6. Heather

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Era de esperarse, David y yo terminamos, yo lo corté ¿sabes por qué? lo encontré besando a Heather en el patio del Instituto. No soy de hacer dramas pero lo abofeteé y me pareció que el sonido causó eco.

Estoy destinada a la soledad. Es mi mejor amiga, y mi única amiga también porque ¿sabes? Una de mis amigas era Heather, más bien, la única que tenía, ya no lo es como podrás haber deducido.

No quería que me vieran llorar, y tampoco quería hacerlo pero terminé haciéndolo en la biblioteca, en el último pasillo donde se encuentran los libros de ficción que nadie lee.

Cubrí mi rostro con un libro para que nadie viera las lágrimas. No dejaba de pensar que seguramente había algo malo en mi que hacía que nadie quisiera estár conmigo, seguramente existía algún defecto enorme e imposible de ignorar que se albergaba en mi.

La bibliotecaria llegó y me ofreció un pañuelo, no quería estár cerca de nadie y por eso lo rechacé y corrí hasta el baño, me encerré en un cubículo y esperé que algo que valiera por lo que estaba pasando alumbrara como un farol en mi cabeza, pero no miré ni la más mínima chispa de luz en media hora.

¿Por qué les divierte tanto lastimarme? Tú sabes la respuesta, y quisiera que me la dieras pero luego recuerdo que sería como preguntarle al asesino de qué calibre es su pistola. Ridículo.

Estoy perdida. Pero tú, no lo oíste de mi.

Pero tú, no lo oíste de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora