Lex se despertó sintiendo mucho calor, tenia el cuerpo afiebrado y este le molestaba, era obvio que las sensaciones de lo usado en la fiesta la seguirían por un largo rato, pero estaba muy incomoda y aquello no le permitía descansar como quería. Despacio levanto sus parpados e hizo unos cortos movimientos para analizar el alrededor, notando así que su profesora no estaba a la vista, por lo que, aún envuelta en la manta, se gire a un lado y me lanzo directo al frío suelo haciendo un sonido de felicidad, ignorando olímpicamente el golpe que apenas sintió por el aún alcohol en sangre. Aún no entendía si estaba sola o en compañía de alguien que no se había hecho presente en la casa, pero con el tiempo se fue moviendo por el lugar a medida que el espacio donde reposaba se calentaba. En cierta forma todo iba bien, hasta que la inesperada risita de alguien la saco de su relajación.
Rápidamente levanto la cabeza, porque se encontraba boca abajo con las mantas haciendo una excepcional imitación de una oruga, para ver al pie de las escaleras a Isa.
—¿Cómodo? —pregunto bajando con un short muy corto y una remera ajustada enarcando una ceja.
—H-Hola, no sabia que estabas aquí... —amago a levantarse, pero ella la detuvo elevando una mano que movía de un lado a otro.
—Es mejor que descanses después de todo lo que pasaste —sonrió agachándose, colocando su palma en la cabeza de la menor.
Simplemente la acaricio como si fuera la mascota de la casa.
—¿Raisa te contó? —indago, ahora sonrosada de la vergüenza.
—Si, y otras cosas mas —añadió mirándola cómplice a los ojos, pero Lex no entendió.
—¿Como?
—Nada, nada —aseguro negando con los ojos cerrados para seguir mimándola.
—No sigas o se dormirá allí —dijo su hermana, finalmente haciendo acto de presencia, pasando detrás de ella para ir a las escaleras.
—Pero es muy linda —se quejo como una niña volteando a ver su espalda con un adorable puchero.
—¿Eres la menor? —se atrevió a preguntar, queriendo confirmar la inmediata conclusión que formulo en mi mente.
—Si, por dos años, ¿se nota mucho? A veces tengo carácter infantil —dijo riendo.
—No sabría decirte —contesto imitándola un poco, terminando por girar un poco la cabeza al lado contrario.
Sintiendo el frío en su mejilla, cerro los ojos mientras se adormilaba.
—Iré a la escuela a una reunión, volveré en una hora, no quemen la casa —hablo Raisa apareciendo de vuelta por las escaleras.
Desde su posición en el suelo, Lex solo pudo ver cuando se acerco a la puerta de entrada, notando que usaba ropa deportiva y su cabello estaba atado en una coleta usual, pero sin siquiera despedirse partió a su destino.
—De acuerdo —empezó a decir Isa llamando la atención de la supuesta invitada—, tenemos una hora, ¿que deberíamos hacer? —pregunto mirándola con sus ojos verdosos.
—Lo que tu quieras, no se me ocurre nada —comento sin importancia, ¿acaso no veía su estado?
En un acto totalmente inesperado, ella se acerco a Lex superando cualquier barrera de espacio personal, y rozo sus labios con la piel cerca de su oreja antes de colocarse sobre ella.
—Nunca estuve con una mujer, pero siempre me pregunte como sería...
La alumna de su hermana se congelo en el lugar y se perdió en el infinito mientras trataba de procesar lo que acababa de oír. ¿Acaso Isa se había vuelto loca? ¿¡La hermana de Raisa le estaba proponiendo qué!? Era difícil de crear la imagen en su mente considerando que era pariente directa de la persona que le gustaba.
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𝐌𝐈 𝐇𝐄𝐑𝐌𝐎𝐒𝐀 𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐒𝐎𝐑𝐀 [pausada]
Lãng mạnAlexia es una chica normal que no sobresalía mucho en la enorme escuela de mujeres a la que iba. Gustándole estas, con las grandes posibilidades que había allí, se viene a enamorar de una persona incorrecta: su hermosa profesora de gimnasia. Después...