—¡Hay una carta para ti!
Lex levantó la mirada del celular y se quedó unos momentos en silencio hasta que identifico que ese grito de Lia era para ella.
—¡Ahí voy! —contesto levantándose de la cama y saltando por las escaleras.
—Parece una invitación —dijo la mayor mirando el exterior de un sobre blanco, así que la chica a la que iba dirigido lo agarró para abrirlo y chillar de la impresión cuando leyó—. ¿Q-Qué?
—¡Clara se casa!, ¿¡cómo es eso posible!? —exclamó tirándose en el sillón para observar mejor el papel.
—¿Quién es Clara? —pregunto Lia mientras Ian bajaba el diario que leía desde otro sillón con un cigarrillo en la boca.
—La chica más mujeriega que puedas encontrar —le explico utilizando la definición que mejor le pegaba.
—¿Mujeriega? —repitieron ambos.
—Si, mujeriega —confirmo leyendo el nombre de su prometida—. ¿Caitriona? ¿Y esta quién es? —inquirió indignada mientras tomaba el celular y tocaba el contacto de su amiga.
—¿Hola? —atendió Clara.
—¿¡Cómo es eso de que te casas!? ¿¡Por qué me entero por tu invitación!? ¿¡Es broma!? —hablo alto y rápido a pesar de que trataba de calmarse.
—¿Puede ser que en algún momento dejes de gritarme? —suspiro—. Si, me caso, y era una sorpresa para todos, por eso no te dije.
—¿Pero cuándo pasó? ¿Cómo la conociste? —se acostó boca arriba lista para hablar un buen rato.
—Desde hacia mucho tiempo que era mi amiga y de a poco me fui dando cuenta que eramos totalmente compatibles, pero yo no quería admitir que me gustaba, ¡porque todavía me quedaban muchas mujeres que amar! —Lex rodó los ojos—. Pero una noche hablamos y caí en la verdad de que no podía dejarla por ahí libre para que cualquier otra persona se la llevara lejos, así que le pedí de salir y la relación fluyo de lo más bien. Fuimos hechas una para la otra, ¡nos hicimos novias hace cuatro meses y le pedí casamiento! Soy demasiado feliz —festejo.
—Increíble... Supongo que no me queda nada más que felicitarte —dijo con tono comprensivo y animado, porque ver a alguien tan libre como ella desear casarse era increíble y un poco conmovedor.
—¡Muchas gracias! ¿Vendrás, no?
—Absolutamente, no me perdería este momento histórico por nada del mundo —rió.
—Ja, ja, muy graciosa —dijo divertida, pero con sarcasmo—. Te aclaro que puedes ir acompañada.
—¿En serio?
—Obvio, ¿acaso no estás saliendo con alguien?
—Si, así que seremos dos —confirmo con cierta emoción al pensar ir junto a Raisa.
—Dime el nombre así lo anoto —indico.
Lex recordó que estaba con compañía, así que no podría decir su nombre completo con ellos allí, ya que definitivamente la investigarían y no podía arriesgarse a que la descubrieran.
—Ahora te lo mando en mensaje.
—De acuerdo, ¡no te olvides!
—¡Claro que no!
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𝐌𝐈 𝐇𝐄𝐑𝐌𝐎𝐒𝐀 𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐒𝐎𝐑𝐀 [pausada]
Lãng mạnAlexia es una chica normal que no sobresalía mucho en la enorme escuela de mujeres a la que iba. Gustándole estas, con las grandes posibilidades que había allí, se viene a enamorar de una persona incorrecta: su hermosa profesora de gimnasia. Después...