27 ♥ Truncado

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Lex ingresó a su habitación viendo el reloj en la mesa de luz y se tranquilizó al descubrir que todavía faltaba para que la fueran a recoger, en el espejo fijándose en sus mejillas coloradas y como empezaba a notarse algo de color. Estaba somnolienta y tenía frío por más que su cuerpo se encontrara caliente por el sol, lo que hizo que pensara en taparse y dormir al ver que Ágata tomaba unas mantas, un libro y un farol para irse a su última reunión del club de lectura. Sinceramente esa actividad le era muy llamativa y el pensar en hacerla le gustaba, pero nunca se animó o se dio el tiempo de preguntar e investigar, sin mencionar que no quería meterse en el territorio de su compañera de cuarto por más que fuera un club abierto para todo el alumnado.

Al acostarse, Lex cerró los ojos hasta que recordó a Nike, por lo que le escribió y sus planes de una siesta se fueron abajo cuando dijo de verla junto con Diana. Ofreciendo la solitaria habitación, la chica se levantó y acomodó las cosas hasta que arribaron, ahí dejándolas entrar ante la mirada de algunas compañeras que todavía no creían que Lex estuviera en una relación seria y lejos de las andanzas.

—Bueno, cuéntanos —dijo Diana sentada en la punta de la cama.

Nike suspiró.

—No es que pasó algo importante, habló sobre las clases y después me dijo que me extrañaba y que ya no estaba con ese hombre.

—¿Qué te extrañaba? —preguntó la de ojos celestes en completo asombro—. ¿Te dijo que quería volver?

—Algo así... —pasó una mano por sus cabellos—. No sé que pensar, es decir, puede que ahora que terminó su relación ahora se sienta sola y piense que me puede conseguir cuando quiera y este intentando entretenerse conmigo... Pero yo no quiero eso, deseo que de verdad me ame.

—¿Y dices que no había pasado nada importante? —bufó Lex, Nike encogiéndose en el lugar—. Dejame preguntar: si de todo corazón ella quisiera volver contigo, ¿lo harías? —debía asegurarse de ayudar a Mae o no.

—Si, creo que si —asintió.

Eso era todo lo que la chica necesitaba saber y suspiró de forma pesada, ahí Diana pasando a hablarle y aconsejarla.

Más tarde Lex recibió un mensaje de la pelirroja profesora en el cual cuestionaba si la joven le había dicho algo, a lo que le respondió con la verdad diciendo que tendría su ayuda. Incluso si se lo había prometido, en el interior estaba preocupada por si ella volvía a herirla y la ansiedad aparecía junto con la duda de si estaba haciendo lo correcto. Al imaginarse el peor de los casos, a Lex solo se le ocurría esperar hasta que finalizara todo el ciclo lectivo para poder enfrentarse a la mujer, ya que esta dejaría de ser su profesora y podría cobrarle no solo el daño a Nike, sino la traición a su persona y el provocar que se sintiera mal por ayudarla a lastimar a la femenina.

—Estoy pensando demasiado —murmuró con un pesado y profundo suspiro.

El momento de volver a casa se acercaba cada vez más y Lex, después de que Nike y Diana se fueran, no se pudo enfocar en relajarse al tener que ponerse una campera y salir bajo el oscuro cielo del invierno a encontrarse con Mae. Caminó tratando de que no mucha gente se enfocara en su persona y esperó a la mujer detrás del edificio dos, casi enseguida dejando de estar sola.

—¿Entonces? ¿Es verdad?

—Si, pero debes ganártela, no cree que la quieras o algo así, solo piensa que tienes ganas de divertirte ahora que estás soltera. No te será fácil —explicó cruzándose de brazos.

—Me esperaba la lucha, no confía en mi —se oyó triste y Lex torció la boca todavía deseando reafirmarse al temer estar haciéndole más un daño a Nike que un bien.

𝐌𝐈 𝐇𝐄𝐑𝐌𝐎𝐒𝐀 𝐏𝐑𝐎𝐅𝐄𝐒𝐎𝐑𝐀 [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora