Una_flor_muerta_

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Una _flor_muerta:

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«"Florián ha enloquecido"» era lo que se decía en todo el pueblo. Aquel joven que todos recordaban tan vivaz y alegre, se apagó junto a la vida de su esposa. Pero su locura no fue por su cambio de carácter, no, fue por la posición que tomo después de traer el cuerpo de Iliria hasta el pueblo. Fue un acontecimiento muy triste, Florián estaba muy impactado y no hablo durante un tiempo y los demás viendo su incapacidad para razonar, decidieron planear el funeral por él.

La madre de Florián entro a la casa de los jóvenes pero nadie la recibió. La casa estaba como si nada y fue en busca de su hijo con una bolsa con comida. Al entrar al cuarto principal vio a su hijo sentado en una silla y como siempre, a lado de la cama mientras contemplaba el cuerpo sin vida de su amada.

—Hijo te traje algo de comida. —Pero no hubo respuesta o no como se la esperaba.

—Amor, mi madre está aquí, vamos despierta. Es hora de comer —hablo Florián como si Iliria fuera a responderle.

La mujer no podía soportar ver a su hijo en ese estado. Hasta ahora, él no afrontaba la realidad de haber perdido a la mujer que amaba.

—Hijo ya basta, Iliria no contestara.

—Mama mírala, ella no está muerta. Es mentira... —mascullo con dolor.

—Sé que es difícil —afirmo mientras cerraba los ojos—. Yo también me sentí a si con tu padre, pero...

—No es igual. Iliria sigue viva, yo lo sé. Solo que no despierta, mírala, no tiene el aspecto de un muerto. Los muertos apestan después de unos días y ella sigue con el mismo a flores. El cuerpo de un muerto se descompone, pero Iliria sigue como siempre. Ella no está muerta —reafirmo con seguridad.

La mujer no sabía cómo reaccionar, pero tenía que mostrarle la realidad a su pobre hijo e hizo algo de lo que tal vez se arrepentiría después. Ella camino hasta estar cerca del cuerpo de Iliria y antes de que Florián pudiera reaccionar, despojo parte de la ropa del cuerpo de Iliria descubriendo la herida que la condenaba ante la mirada horrorizada de su hijo.

— ¡Velo por ti mismo! ¡No hay forma de que alguien pudiera sobrevivir a eso! —replico con dureza mientras señalaba hacia la herida en el estómago de la joven. La sangre se había secado, pero la herida era muy grande. Florián mordió con fuerza al ver lo que hizo su madre y levanto su mirada encarándola con furia.

— ¡Esto no te incumbe! Ella es mi esposa y no permitiré que ni tu, ni nadie, la aleje de mí. ¡No dejare que me convenzan con sus mentiras!

—Florián, amor.

—No me llames así... —hablo apenas e intentando controlar su inminente furia—. Vete, déjanos solos.

—Pero yo...

— ¡Vete! —grito mientras desahogo su furia con un puño contra la pared. Y la mujer con el corazón roto, se fue de ahí.

Florián comenzó a cubrir el cuerpo expuesto de Iliria cuando comenzó a verla con una profunda tristeza.

—Iliria perdóname... Mi amor, todo esto es mi culpa. Debí... —El dolor le impido continuar y se encorvo abrazando el cuerpo de su amada, mientras comenzó a llorar.

«"Es mentira"» «"Es mentira"» (se repetía en su cabeza) «"Iliria despertara" y yo esperare por ella» (con esas constantes palabras repetidas, Florián buscaba reconfortarse).

RENDEZVOUS (Nuestro mundo)_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora