Capítulo 9: Tragedia

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—Hadley ha estado insistiendo en que la acompañe a comprar más cosas para el bebé, así que ya sabes.

Le informé a Aaron por teléfono cuando me pidió que me quedara con él todo el fin de semana.

—Ah, ok. Y con respecto a la locura que planeabas hacer... ¿hablabas en serio?

—Totalmente. Solo estorba y molesta.

—Ay, ________(tn).

—¿Vas a ayudarme?

—Te dije que lo haría, y para que veas que es cierto, ya te conseguí a la persona que se encargará de eso.

—Perfecto. Entonces dile que se prepare porque tendrá que actuar pronto.

***

—Gracias por ir conmigo —dijo Hadley unos días después, mientras salíamos en su auto.

—No tienes que agradecer, pero hubiera sido mejor que Kevin te acompañara, así entre los dos escogían cosas lindas para Azul.

—Es mejor que se quedara cuidándola en vez de dejarte ese trabajo a ti o alguien más que no es dueño de esa responsabilidad.

—¿Hasta dónde iremos? —pregunté al ver que tomaba la carretera principal.

—En internet encontré una tienda que está fuera de Seúl, ¿no te molesta?

—No, está bien, solo preguntaba.

—_________(tn), ¿puedo preguntarte algo?

—Claro.

Se quedó callada un momento por lo que la miré, esperando por su pregunta mientras se mordía el labio mostrando que estaba nerviosa.

—Ah... es... —titubeó—. ¿Por qué no han... convertido a los demás?

Elevé una ceja ante el sorpresivo tema, pues ella no había hablado más de eso después del día en que le dijimos lo que pasaba.

—Mmm... la verdad no sé cuál sería la mejor respuesta. ¿Por qué la pregunta?

—Curiosidad —se encogió de hombros—. Pero también me preguntaba que si alguno estuviera en peligro de morir... ¿lo salvarían de esa manera?

—Sí —respondí segura.

—Oh.

Guardamos silencio y estuve pensando —o mejor dicho, recordando—, cuando Kiseop había tenido aquel accidente y pensamos en convertirlo si quedaba parapléjico.

Pero al menos sí había logrado salir de ese problema.

Por ti salió adelante.

Una voz en mi cabeza se encargó de recordármelo, pero me negué a creer que fuera cierto después de las cosas horribles que me había dicho y por las cuales ya no nos dirigíamos la palabra y me evitaba lo más que podía.

—¡Oh por Dios!

Abrí los ojos de golpe ante la exclamación de Hadley y antes de poder reaccionar, ella ya había girado el volante hacia la derecha para poder esquivar el auto que venía en dirección contraria.

Todo fue muy rápido.

Lo escuché alejarse mientras nosotras caíamos por el precipicio en varios giros que rompieron los vidrios.

Obsesión Inmortal (UKiss y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora