¿no te dejan tener novio?

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— Gracias —dijo Jeanne amablemente al joven mesero que le acababa de entregar su plato de lasaña. Ella observó al joven hasta que desapareció detrás del mostrador y nuevamente salió acercándose con una botella de algún tipo de vino caro—. ¿No crees que eso es demasiado? — susurró y dirigió su mirada a Matt. El chico la observó con sus cejas levantadas, para él eso era una comida normal. ¿Qué era lo que supuestamente parecía demasiado? —¿No te gusta ese vino? —preguntó Matt después de observar la mesa del restaurante de clase en donde se encontraban, todo parecía perfecto y aseado a excepción del plato de lasaña que había pedido Jeanne que no se podía comparar a la fina selección de mariscos que había elegido el modelo. —Ni siquiera tengo edad para beber —dijo la chica seriamente y en el rostro de él apareció una mueca. Jeanne sabía que ambos vivían en mundos diferentes pero nunca se imaginó que la diferencia fuera tan extrema. —¿Qué edad tienes? —preguntó él de pronto curioso. —17, en un par de meses cumpliré los 18.  El joven mesero llegó a su mesa y sirvió en ambas copas el vino tinto que salió de la botella de vidrio de color verdoso. Jeanne tragó mientras el líquido era vertido en su copa, jamás había probado el vino y temía hacer alguna mueca extraña frente a todo el mundo en el restaurante. —Estás conmigo así que tu edad no importa —dijo Matt atrayendo a mirada de la chica que se había quedado observando el vino en su copa como si de sangre se tratara—. Pero en fin —suspiró el muchacho y con una señal de su mano le ordenó al joven mesero que se retirara—. Necesito que entiendas el propósito de esta petición. Jeanne alejó la copa hacia un costado y clavó sus ojos en el modelo apuesto que estaba sentado frente a ella, lo observó sin emitir ni un solo sonido y él comprendió que ella le estaba dando la oportunidad de hablar. Matt de pronto estaba nervioso y era lógico que lo estuviera, jamás había tenido que confesar algo tan “vergonzoso” y mucho menos a una chica tan despreocupada como la castaña que tenía en frente, sin embargo debía hacerlo, si no, el haberse humillado pidiéndole que accediera a salir con él y el besarla en frente de todo el colegio no valdría la pena, así que respiró profundamente llenando sus pulmones de aire, apretó sus manos debajo de la mesa en puños, dejó salir el aire y conectó la mirada con Jeanne. —Mis padres quieren conocer a mi novia —soltó rápidamente y rogó porque ella no le preguntara nada más. Aguardó el tiempo suficiente para ver la reacción de la castaña que en su rostro solo reflejaba la sorpresa y confusión y sin embargo siguió en silencio esperando a que Matt le siguiera hablando para aclararle todo—. Bien… mis padres piensan que para mi edad y mi carrera que ahorita se encuentra en la cima —se permitió alardear, como si ella no supiera sobre su carrera—, debería de tener una novia lo cual ellos piensan que tengo… —¿Eres gay? —preguntó interrumpiéndolo y él le lanzó una mirada de negación—. Perdona solo quería aclararlo —sonrió casi sínicamente—. Continua. —El punto es que mis padres creen que tengo una novia en el colegio. Les conté que se parecía a ti… —Woow, espera —le volvió a interrumpir—. ¿Cómo que parecida a mí? —Sí —dijo Matt algo fastidiado—. Ya sabes, una chica completamente normal y común justo como tú —la señaló moviendo su mano de arriba y abajo—. El problema es que una novia no está dentro de mi plan de vida en estos momentos y ya que sería un problema pedirle a cualquier chica el colegio y dado tu historial en la escuela de chica invisible —ella rodó los ojos—, pensé que serias perfecta para mi plan… y también —dejó volando esa última palabra. Jeanne esperó a que se decidiera a terminar pero no lo hizo por lo que se vio obligada a preguntarle. —También ¿Qué? —Me enteré de que eres o eras actriz así que supongo que tus dotes como actriz me ayudarían bastante —finalizó. —Solo estoy en el taller de teatro, no soy realmente una actriz pero si soy una maestra del engaño —presumió—, lo que no entiendo es cómo tus padres te creyeron una historia de que un tipo como tú —lo señaló imitando la acción anterior de él al señalarla—, saldría con una chica normal de colegio —Soy un modelo y un ejemplo a seguir, debo de ser un chico normal también. Salir con una modelo no me haría exactamente un chico normal ¿entiendes? —le preguntó y ella solo se encogió de hombros—. Eso es lo que soy. —Es decir que tus padres piensan que yo soy tu caso de caridad —dijo elevando ambas cejas. —No. Mis padres piensan que eres lo que más amo en la vida —dijo entre dientes. —Decir la verdad también funciona ¿sabes? —¿Me ayudarás? —preguntó al borde de la desesperación algo que había escondido perfectamente según Jeanne. —Dije que sí, yo nunca rompo mis promesas —además que el muy maldito le había robado su primer beso y no es como si eso significara mucho para ella pero casi la dejaba sin respiración—. ¿Qué se supone que debo hacer? Matt suspiró aliviado y se dejó caer en el respaldo de la silla, desvió su mirada hacia un lado en donde se encontraba una gran ventana y vio a un par de chicas que se encontraban fuera del restaurante con cámaras digitales y fotografiándolo. ¡Mierda! Estaban fotografiándolo y a Jeanne con él. —Debemos salir de aquí —dijo poniéndose de pie mientras se quitaba el saco del uniforme escolar—. Ven —le extendió la mano y ella rápidamente se puso de pie sin entender lo que pasaba—, aun no deben vernos juntos —dijo colocándole el saco sobre su cabeza y rodeándola con un brazo—. Disculpe —gritó a los meseros que se encontraban detrás del mostrador y 4 de.
ellos de acercaron apresuradamente a ellos—. En donde está su puerta trasera, necesitamos salir de aquí. Sin decir nada los cuatro jóvenes se acercaron a ellos y los condujeron para que entraran por la cocina, a Jeanne le resultaba un poco difícil caminar cuando su vista estaba siendo obstruida por ese pedazo de tela azul marino lo único agradable era que tenía un agradable olor a perfume masculino que le recordó a su padre. Hablando de sus padres, ni siquiera les había avisado que llegaría más tarde a su casa. El auto se detuvo frente a una casa digna de millonarios, tal vez Matt no era millonario pero definitivamente era de la alta sociedad. Cuando apenas iban de camino a casa Matt había estado con sus ojos fijos en la pequeña computadora portátil entrando a internet y borrando el par de fotos en donde habían salido los dos en el restaurante, al parecer era algo como un genio de la computadora ya que había entrado a la blog de el par de chicas y borrado las dos fotos. Ambos salieron del auto y ahora sí tuvieron el cuidado de cubrir el rostro de Jeanne antes de salir. Caminaron en silencio y rápidamente entraron a la casa de los padres de Matt. —Joven Matthew —dijo una voz femenina de edad avanzada mientras cerraba la puerta—. ¿Se encuentra bien joven? Matt descubrió la cabeza de Jeanne y esta parpadeo varias veces antes de sacudir su cabeza y empezar a alizar su cabello que seguramente había quedado desordenado gracias al saco del rubio.  —Todo está bien —le habló a la mujer que portaba un uniforme de sirvienta, el típico negro con delantal blanco—. Ella es mi… mi novia —pasó una mano por la espalda de Jeanne ayudándola a dar un paso hacia adelante y que ambos quedaran a la misma distancia. —Mucho gusto —dijo la castaña amablemente a la mujer frente a ella—. Soy Jeanne. —Un placer señorita. —Necesitamos hablar e iremos a la terraza —le avisó a la mujer y con su mano en el hombro de Jeanne empezó a caminar. Después de unos minutos de quietud continuaron con su plática pendiente. —Bien —habló ella atrayendo la atención de Matt—. No me dijiste que es lo que debo de hacer. Y creo que deberías de hacerlo antes de cubrirme con tu saco y arrastrarme a la casa de tus padres. El chico respiró y asintió. —Primeramente está es mi casa, la de mis padres está una calle más abajo y segundo “arrastrarte” a mi casa era necesario o ahorita ya estarías en las portadas de revistas y tu impopularidad habría cambiado drásticamente —se acomodó recto en la silla y apoyó un codo sobre la mesa redonda de cristal, quiso estirar sus pies pero si lo hacía chocarían con los de Jeanne y se podría mal interpretar y después… como fuera, primero necesitaban aclarar muchos puntos antes de presentársela a sus padres la próxima semana—. Como sea eso ya pasó. Ahora lo que debemos de hacer es hacerte pasar desapercibida durante esta semana. No hay problema que sepan de lo “nuestro” en el colegio pero debemos de tratar que ningún fotógrafo te fotografíe —Eso es un problema. Yo viajo en metro para poder llegar al colegio y si alguien logró ver esas fotografías me reconocerán de inmediato —la voz de Jeanne sonaba cansada y también lo estaba. —Por eso cada mañana iré a tu casa a recogerte… —¡Detente! No puedes hacer eso —dejó caer ambas palmas de sus manos de golpe sobre la mesa de cristal y sintió como estas hormiguearon debido al impacto—. Mis padres no se pueden enterar sobre esto. —¿No te dejan tener novio? —se vio obligado a preguntar. —No es eso, pero tendría que dar explicaciones de que esto no es en serio y habría reglas para llegar a mi casa a ciertas horas, prácticamente me controlarían —suspiró—, como lo sabrás esta no es la primera vez que hago un favor de este tamaño así que mis padres tiene experiencias como ir a la delegación a pagar la fianza de su hija de en ese entonces 15 años. —¿Habías fingido ser novia de alguien anteriormente? —si eso era así todo sería más fácil para los dos. —En realidad fingí ser hermana de un chico que estaba involucrado con personas extrañas, pero el punto es que mis padres no se pueden enterar de esto. Tendrás que buscar otro medio — sugirió. —No, no lo hay, hablaré con tus padres sobre esto. Sé que podré convencerlos —dijo Matt muy confiado de sí mismo y es que solo hacía falta ver su rostro para que los adultos supieran que él era un chico de confianza. —Bien, suerte con eso —Jeanne se cruzó de brazos consciente de que sería una tarea difícil para el muchacho pero, ¿Qué importaba si ella no iba a dar explicaciones a sus padres?, entonces que él lo intentara—. Dejando eso de lado, continúa con el tema. —Correcto. Mis padres están fuera y llegarán hasta la próxima semana y durante estos días te enseñaré a comportarte un poco más… —no sabía cómo decir aquella palabras sin que se escucharan mal—, elegante —dijo por fin. —Ya, entiendo que mi forma de caminar no suele ser muy correcta pero ¿Qué otra cosa puedo hacer mal? —Bien, aparte de tu manera de caminar mejoraremos tu postura al estar sentada, te haremos un ligero cambio de imagen —el rostro de la muchacha dejó ver que estaba en contra de ese cambio en ella y antes de que abriera la boca Matt la interrumpió—, no será mucho, después de todo eres una chica normal de la que me he “enamorado”, solo será un tratamiento en tu cabello. También te enseñaré baile de salón que en las fiestas de mi familia siempre se debe bailar. —¿Por qué debo aprender a bailar? —Porque te presentaré en la fiesta de aniversario de mis padres —la aclaró y continuó hablando—. También tendrás que beber vino durante el brindis —Jeanne hizo una mueca de desagrado recordando el vino que habían servido en su copa en el restaurante y que no había querido probar—. Te enseñaré a beber sin que te provoque mareos o efectos secundarios. Y por último mejoraremos un poco de tu vocabulario, por suerte no eres una chica vulgar así que solo serán unas pequeñas palabras que tendremos que cambiar en ti —Pero lo bueno es que te enamoraste de una chica normal —dijo Jeanne rodando los ojos—. Entonces ¿Cuántas personas saben de tu mentira? —Solo mi familia pero después de la próxima semana probablemente los medios de comunicación que estén presentes en la fiesta. Que cientos o miles de personas supieran sobre una mentira podría salirse de control y además si su relación era una mentira sería muy problemático terminar después. ¿Cuánto duraría su mentira? —¿Cuánto tiempo fingiremos ser novios? —preguntó casi en un susurro. Matt había temido que ella preguntara sobre eso. Dos meses era demasiado y sobre todo si tenía que soportar con las cámaras que ambos los estarían rodeando pero tarde o temprano se debía aclarar ese tema así que mientras más pronto mejor. —Aproximadamente dos meses —le contestó. Ambos permanecieron en silencio durante unos minutos analizando cuanto se podrían significar dos meses en la vida de una adolescente. Eso era mucho tiempo. Ambos lo sabían. —¿Y cómo se supone que terminaremos? —preguntó finalmente Jeanne rompiendo el silencio entre ambos. —En dos meses y medio me marcharé a Europa para un trabajo de modelaje y esa es la oportunidad perfecta para que podamos dar a esta relación fin y será fácil explicarlo a las cámaras. Después de eso ya no te tendrás que esconderte de las cámaras. Por lo regular cuando un modelo termina con la chica los medios pierden el interés en la chica, sobre todo si es una persona común, y siguen la pista del modelo. —Tienes todo perfectamente planeado ¿verdad? Matt asintió orgulloso de poder planear una mentira tan grande pero también casi rezando de que todo resultara de acuerdo al plan. Después de pasar hablando durante horas de lo que sería su relación de noviazgo llegó la hora de que Jeanne se tuviera que marchar. Desde luego Matt la llevó a su casa pero ambos decidieron que decirle a sus padres sobre su pequeño gran juego debía esperar un par de días más. Por ahora había que concentrarse en ellos dos

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