Capítulo IV Destinos cruzados.

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Capítulo IV

Destinos cruzados.

Por fin se había despertado. El albor ya se filtraba por las ventanas y advertía el medio día.

El cuerpo le dolía terriblemente, desde hacía un mes que no tenía un sueño reparador. Dormía exageradamente y no descansaba.

Había tenido pesadillas esa noche. En realidad tenía pesadillas todas las noches, pero esta había superado su horridez.

El temor la aquejaba. El ver a su mamá dormida a su lado la reconfortaba. Estrujó su almohada en su regazo y visualizó el aposento. Aquel lugar le seguía pareciendo extraño.

No podía creer que viviera en el apartamento de Amber.

Insólitamente la rubia y su hermano, habían insistido en que vivieran allí por un tiempo. Por lo menos en lo que limpiaban la casa.

Aunque le sorprendía que la ofertante fuera Amber, tampoco lo dudó mucho. Le aterraba regresar al lugar donde su padre se había suicidado.

El apartamento era espacioso y cómodo, de paredes impecablemente blancas. Tenía un estilo minimalista que le daba un toque elegante. Poseía pantalla de plasma, lo último en electrodomésticos y una vista increíble, ya que se ubicaba en un veinteavo piso cerca de Central Park.

Para la señora Petterson y Melody era extraño vivir en un lugar tan céntrico. Su casa aunque no era sencilla tampoco llegaba a estar a la altura de aquel condominio.

—Estarán cómodas aquí— emitió la rubia cuando hubo concluido el tour por el apartamento.

—Muchas gracias Amber— expresó la señora Petterson con sinceridad—— No nos quedaremos mucho tiempo—

—Quédense el tiempo que necesiten—sonrió con calidez.

— ¿A dónde vas ir? — inquirió Melody, algo incomoda por la generosidad de la propuesta.

—Me quedaré con mis padres— respondió Amber.

—Esta es tu casa y tu trabajo está aquí — Se adelantó Melody—No tienes que irte y perder la comodidad de trasladarte por nosotras—

—Solo son 20 minutos más. Tú conducías lo mismo del hospital hasta tu casa. Aparte viajo mucho y casi nunca estoy aquí— se colocó un exquisito abrigo blanco— Ustedes le darán mejor uso del que yo le doy a este lugar—

—En verdad...No queremos darte molestias— Manifestó Melody con inquietud.

—Bueno, mis padres y mi hermano también insistieron, así que siéntanse como en su casa— la rubia amplió su sonrisa. Había perdido su habitual expresión fatua— Por otro lado, Nathaniel estará al pendiente de ustedes y yo vendré a ver si están bien—

—No es necesario, ya es suficiente con todo lo que han hecho— la castaña la miró agradecida.

—Lo que acaban de pasar no es fácil. Ustedes ayudaron a mi hermano y mi padre cuando más lo necesitaban. Volvieron a unir a mi familia—Recordó la atractiva modelo— Es lo menos que puedo hacer—

El  lado  obscuro  de  Corazón  de  Melón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora