DULCE PECADO │EDITANDO│❀

Capitulo 2. "Pequeño ángel"

»Todo comenzó cuando yo tenía nueve años«

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—Pero Lou... Yo no quiero ir a tú casa. —Dije haciendo puchero.


Rodó los ojos—¿Y tú crees que yo sí?, el mocoso no nos dejara tranquilos. pero mamá dice que paso mucho tiempo en tú casa y que debo jugar con mi hermano, así que me dijo que te llevara y jugáramos con él. —volvió a tomar de su jugo.


Suspiré resignado —Está bien, pero no quiero que toque mis historietas, las dejara todas llenas de dulce.


—No te prometo nada.

La madre de Louis, Jay, llegó por nosotros a la escuela y nos dirigimos a su casa. Era una casa muy hermosa, la última vez que había ido fue cuando tenía cuatro años, es decir, cuando el pequeño mocoso aún no había nacido.


—¿Quieres jugar a la play? —Me preguntó con su voz aguda, siempre lo molestaba por su voz.

—No, tú siempre ganas —Hice una mueca —Además, eres un adicto a ese juego, mejor juguemos afuer-


—¡Shuuu!. -dijo interrumpiéndome.


—¡¿Que pasa?!


—¡El mocoso viene, escóndete!.

Ambos nos tiramos tras el sofá lo más rápido que pudimos. Louis se quedó abajo pero yo asomé mi cabeza; debía conocer al pequeño monstruo ¿no?.


—¿Lou? —pronunció con la voz más dulce que alguna vez mis oídos escucharon. Me escondí aún más en el sofá.


—¿LouLou?, no es gacioso, mami dice que juegues conmigo. —asome mi cabeza de nuevo y ¡demonios! que bello era ese pequeño frente a mis ojos; su tez blanca, cabello castaño y ojos color cielo, traía una pijama de carritos y sus mejillas estaban ligeramente rojas.—Lou.. ¡ah! —Chilló al caer debido al tropezón que Louis provocó con su pie.


—¡Ja! —Saltó desde el sofá —pequeño enano.


—¡Louie! ¿poque hiciste eso? Lou malo, Lou malo. —lloriqueaba mientras sobaba su rodilla y las lágrimas recorrían sus mejillas; Admito que eso me rompió el corazón.


—¡Eres un idiota! —Le grite a mi amigo —¿Qué hiciste?.


—¿Qué pasa? el andaba de intruso.


—¿Intuso? —Preguntó el pequeño, confundido. Louis rodó los ojos.


—Habla bien, enano. —El niño comenzó a llorar de nuevo, Louis era un cabrón completo con él.


—Mira lo que provocas. —Gruñí y me agaché; rodeé al pequeño en un abrazo, pobre, estaba temblando debido al llanto.


—Ya mocoso, no llores, mamá me matará... —Se acercó al pequeño y le besó la frente. —Lo siento, ¿me perdonas?.


—S-sí. —Dijo entre hipidos —Me lele, Lou...


—Tranquilo, iré por hielo. —Se paró y me miró —Oye Li, vigílalo.


—Claro...—Louis salió.


—Me duele... —Lloriqueó y yo me mordí el labio, no sabía que hacer.


—Tranquilo pequeño, Louis ya regresara y traerá el hielo —Le sonreí y el niño río suavemente.


—Soy Ni-Nia...


—¿Niall?.


—¡Sí, eso!, es que el hada de los dientee se llevó mi diente y me cueta habla,. me ecucho tonto. —Dijo triste. No sabía porque pero sentía algo extraño dentro de mí, pero era agradable; lo atraje de nuevo hacia mí y lo abracé aún más.


—No te escuchas tonto, te escuchas muy adorable. —bese su mejilla —Eres lindo... —¿Pero qué le había dicho?, realmente eso fue un impulso.


—Gacias, LiLi.


—¿LiLi? —Alcé una ceja.


—Siii, ese es tu nuevo nombe, luego te buscade uno mejo —Sonreí sinceramente.


—No te preocupes, es lindo.


—Como tú —Afirmo y sentí mi cara arder. Vaya, un niño de cinco años me había sonrojado.


—Gracias, Niall.


Sonrió pero luego bajó su mirada —Soy tope, ¿vedad? me caigo todo el tiempo.


—No digas eso.


—Es la vedad, siempe me lastimo —Comenzaba a sollozar de nuevo.


—Ya no más ¿sí?, es más —Pensé por un momento —A partir de ahora yo te cuidaré.


—¿Lo pometes?.


—Lo prometo, pequeño ángel. —Dije sincero.


—¿ángel? —Louis preguntó entrando a la habitación y poniendo la bolsa con hielo sobre la pequeña rodilla de Niall. Me puse nervioso.


—Emm sí, si. Tu hermano es muy tierno, amigo yo nunca tuve hermanos.


—Pues eso podemos arreglarlo, de ahora en adelante seremos tus hermanos y compartiremos a Niall.


—¡Siiiii!, tengo dos hemanos! —Saltó el pequeño quitándose la bolsa con hielo de la rodilla —Gacias por a ayudame, Lou, y a tí tambien, LiLi —Y me dio un pequeño beso en la mejilla... Sus pequeños labios besaron una de mis mejillas por primera vez, jamás lo olvidaré.