Capítulo 2: Dolor y lágrimas.

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Capítulo 2:

Dolor y lágrimas.

- Al fin despiertas sacerdotisa - Habló aquella persona desconocida para mi, solo pude quedarme en silencio tratando de ver su rostro.

-¿Quién eres? Pregunté - Le observé fijamente.

- Yo soy tu dueño ahora - Dijo aquel hombre de figura imponente acercándose a mi rostro.

- N-no me toque - Dije volteando el rostro.

El tomo mi rostro entre sus garras y puso su cara frente a la mía y habló muy cerca de mis labios.

- Así que tu eres la que espera el cachorro del híbrido - Dijo para después con una de sus garras romper mis vestidos lentamente y dejarme expuesta ante el. Sentí como una de sus garras se posaba sobre mi barbilla para luego hacer una línea hasta llegar a mi vientre, entonces el pánico se apoderó de mí. -¿Que diablos pensaba hacerme?- pensé muriendo de los nervios. No me salía bien el habla.

- Y-yo no... - No pude terminar de hablar, cuando sentí como golpeo mi vientre. Provocando que expulse sangre al por la boca al recibir tan golpe de su parte. lagrimas cayeron de mis ojos. El color carmesí adornaba mis labios y las gotas de sangre se deslizaban a través de mi mandíbula hasta bajar a mi cuello y llegar al camino que separaba mis pechos.

Lo vi sonreír y luego quitar mi sostén, abrí mis ojos a más no poder cuando lo vi acercarse a mí y lamer en medio de mis senos la sangre que recién había caído por allí. Apretó uno de mis pechos con fuerza, emitió un jadeo. Esta sensación era nueva para mi, ademas no queria esto.

- ¡Alto!- Grité - Me lastimas por favor no - Le suplique mientras ahogaba los gemidos que querían salir de mis labios.

Me ignoró y  siguió haciendo lo mismo pero esta vez se metió uno de mis pechos a la boca y lo mordió clavando sus colmillos en el, grité y lágrimas seguían cayendo sobre mis mejillas.

Dolía el sentir como chupaba mi pecho y clavaba sus colmillos en ellos era una tortura.  Se detuvo o eso creí rompió mis cadenas haciéndome caer al piso, me levanto y me tiro en una mesa como si de un saco de papas se hablará, la mesa era de torturas. Estilo medieval, en donde abrió mis piernas intente cerrarlas pero era más fuerte que yo, intenté liberarme pero no pude, fue en vano, entonces el al posicionarse bien entre mis piernas, pasó sus garras por mis mejillas dejando 3 cortes de los cuales salían pequeños hilos de sangre. El al ver mi cara de miedo se pasó la lengua por sus garras así probando una vez más mi sangre. Solo una palabra lo describe "Bestia" esa era la palabra.

- Deliciosa ... - Susurro en mi oído.

Besó mi cuello. Yo solo podía pedir que parase, pero no me hacía caso, su toque me provocaba asco. Intente escapar para evitar lo que venía. Me soltó y suspire de alivio.

Poco duró mi alivio cuando lo vi levantarme de la mesa para luego ponerme  en una especie de tronco de los que se usaban para azotar en donde el torso quedaba en el tronco con las manos amarradas y solo quedaba el trasero y las piernas levantadas.


No podía ver que hacia tras de mi solo oía como se movía de un lugar a otro. De un momento a otro sentí como algo rozó mi intimidad. Abrí mis ojos de la sorpresa intente alejarme pero no podía.

Entonces sentí como entro en mi de una estocada provocando un grito de dolor y que lagrimas cayeran por mis mejillas, pues dolía demasiado era como si expandieran todo tu interior.

- ¡Detente por favor! -Decía entre lágrimas.

- ¡Cállate! -Me gritó con furia y odio palpables en cada letra de esa sola palabra dicha en ese instante.

Salvaje, una bestia, sentía que me partiría en dos en cualquier momento. Solo podía morderme el labio de dolor, pues era demasiado grande para mi y no lo soportaba. Mi labio comenzó a sangrar por la presión que ejercía para no gritar con mis dientes. Cerré los ojos entre jadeos y quejidos sentí como clavaba sus uñas en mi trasero pasa luego azotarme.

Grite no pude aguantar más. Me cambio de posición ahora yo lo miraba de frente me obligó a envolver mis piernas en su cintura . Volteé la cara pues no le quería mirar mientras me torturaba de esa forma. Me hizo mirarle para luego besarme tan ferozmente como una bestia mordió mi labio y provocó que más sangre brotará de él.

Me sentía desfallecer del dolor en mi zona intima y no sé en qué momento cerré mis ojos y deje las lágrimas caer, mis gemidos los ahogaba mordiendo mi labio inferior otra vez. Oí como gimió y me sostuvo fuertemente de mis caderas haciendo que su virilidad entrará completa en mi provocando un fuerte dolor. Entonces sentí cómo algo se derramó dentro de mí.  La bestia había acabado en mi interior, me sentia sucia, no podia creerlo, me sentia debil,  mi cuerpo se sentia pesado. Todo se volvió oscuro, solo sentí como él abandonaba mi interior para luego caer en la inconsciencia.

Edited: 23/11/2020.

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