Su Prisionera [EDITANDO]

Capítulo 1: Secuestro.

¡Hola fans de Inuyasha! que bueno tenerlos en este proyecto. Esta historia no, sigue a pie de letra la trama original de Inuyasha, algunas cosas fueron cambiadas a mi conveniencia, es de esperarse, pues es un fanfic.

Esta historia es hecha con el simple propósito de entretener, no de lucrarme de ningún modo, gracias por su incondicional apoyo y haber esperado tanto tiempo para que yo vuelva a retomar esta historia. Como siempre digo mis historias no son para niños y estaré arreglando algunas cosas de la misma historia.

Como siempre digo antes de comenzar a escribir: 

Los derechos de los personajes y parte de la trama de esta historia pertenecen a su creadora. Sin mas preámbulos empecemos.

Capitulo 1:

Secuestro.

los rayos del sol comenzaban a bañar con su luz toda la extensión de la tierra de la época feudal. Los aldeanos comenzaban a despertar para así realizarlos deberes que tenían asignados para tan precioso día. 

La anciana Kaede salió a mirar la vista que tenia desde su cabaña podía apreciar las demás casas de los aldeanos y tenia una vista espectacular de como el sol comenzaba a surcar los cielos en tan hermoso día de verano, minutos después ya una vez se había cansado de mirar por su pequeño balcón, se adentro en su cabaña para despertar a su joven discípula, quien se había quedado con ella a pasar la noche habían terminado muy tarde de entrenar y prefirió dejarla pasar la noche ahí.

– Kagome, ya es hora de levantarte – Decía la anciana desde la puerta de la habitación en donde se quedo la joven sacerdotisa.

– Cinco minutos más Kaede – Decía la joven de cabellos azabaches.

– Sabes muy bien que hoy es tu ceremonia de presentación como nueva sacerdotisa de la aldea Kagome – Decía la anciana. La joven se salió del futón y se levanto.

[Momentos mas tardes.]

– ¡Shippo corre! – Decía la joven entre risas .

– Kagome, espérame no me dejes. – Decía el pequeño kitsune corriendo tras la joven.

– ¡¡¡Ahhhh!!! – Grito cuando se tropezó con un tronco.

– Ves...-– Hizo silencio un momento – Si me hubieres hecho caso no te hubieras tropezado, torpe. – Decía el pequeño kitsune cruzando sus brazos en su pecho seriamente para luego reírse de la joven.

– No te rías – Dijo lanzándole una piedra provocándole la salida de un chichón en la frente. A la distancia de el dúo de amigo se encontraba un desconocido, observando cada uno de los movimientos de la joven sacerdotisa.

– Disfruta mientras puedas. – Pensó para luego volverse una esfera de luz y desaparecer.

La noche caía sobre la aldea los últimos rayos del sol daban su luz a la montañas, hermosos colores adornaban el cielo dando la señal de que pronto comenzaría la tan esperada ceremonia. Todos se preparaban para tal evento. Kagome era preparada por la anciana Kaede en su cabaña.