Capítulo 5: No me lastimes más

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Capítulo 5 :

No me lastimes más.

Punto de vista de Sesshomaru.

Salí de esa habitación, necesitaba quitarme el estres me hacía faltar follar como lo hice ahora. camine por los pasillos cruzando por los pasillos dos de los siervos más jóvenes chocaron conmigo, los mire mientras se disculpaban conmigo y algo vino a mi mente, la humana si sigo vertiendo mi semilla en ella puede quedar preñada y no quiero eso en este momento lo que menos quisiera es tener un hijo con una humana.

- Debo llamar a una sirviente.- Pensó para sí mismo.

 Entró en su despacho y se sentó en su escritorio tenía mucho papeleo que realizar una de las cosas que odia de ser el lord de oeste es que siempre tenía que vivir sumergido bajo montañas de papeles.

Mando a llamar una sirviente. Al rato entró en la habitación Cynthia y le dio las instrucciones de darle un té para concebir a la humana.

Punto de vista de Kagome.

Luz... Un momento ¿Luz?, ¿Acaso ya morí?. Abrí mis ojos lentamente para mirar a mi alrededor y encontrarme en una habitación totalmente blanca, sus cortinas se movían con la brisa, los muebles de caoba le daban un toque de elegancia esta no era la habitación en la que estaba cuando llegué de pronto las imágenes de cada azote que me daba inundaban mi cabeza.


[Recuerdos].

-Ah...- Grite de dolor al sentir el látigo golpear mi piel.

Las embestidas tan violentas que solo me provocaba dolor mucho dolor.

- Arg...- grita al sentirlo dentro con tanta brusquedad, como una bestia sentía que me iba romper en dos, el dolor era insoportable ardía.

[Fin de Recuerdos].

Sin darme cuenta con aquellos recuerdos de esa noche lágrimas caían como cascadas por mis mejillas, sollocé y grité como nunca antes en mi vida.

Ya no puedo mas con esto desde que llegué aquí solo abusa de mi.

Estoy rota totalmente rota abrieron la puerta como pude me tape con la sabana.

- Kagome... ¿E-estás bien?-preguntó Cynthia.- Necesitas beber esto.

- C-como estaré bien...- Dije en un susurro - MIENTRAS ESTÉ EN ESTÉ MALDITO INFIERNO CYNTHIA.- Grite asustandola .

Cynthia bajo la cabeza y después la subió con una gran sonrisa.

- Después de cada tormenta siempre sale el sol Kagome. - Dijo entregándome la taza de té. - bebe esto es para que no tengas bebes.- Bebí el té rápidamente.

Me ayudo a levantarme, me guío hasta la tina, me dejó sentada en el retrete y preparó un baño de sales minerales para mí se acercó a mí y me hizo una coleta alta .

- Entra...- Me dijo suavemente.

- Gracias...- Hablé con una diminuta sonrisa pero se podía ver perfectamente la tristeza en mis ojos.

- Hoy te daré un paseo por el jardín así que relájate si... - Dijo y salió.

Me sumergí hasta la nariz e hice burbujas en el agua.

Quisiera volver a mi casa molestar a Buyo, bromear con Sota, ayudar al abuelo y cocinar con mamá.

Desearía nunca haber entrado a ese pozo y nunca haber pisado estas tierras. Solo por Inuyasha volví pero el no me valoró y aún así quise quedarme a su lado como una amiga y apoyarlo en todo.

Otra vez las lágrimas se deslizaban por mis mejillas.

Salí con la bata de baño me vestí y vi a Cynthia entrar con una bandeja en mano.

- Tienes que comer. - Hablo Cynthia.

- No tengo hambre gracias - Realmente no tenía hambre. - Podemos salir ya.

- Claro. - Dijo y salimos de la habitación - No te preocupes ya le pedí permiso al amo.

- Por favor no me lo menciones. - Hablé con evidente odio en cada palabra.

- ¿Por qué no?. – Dijo y detuve mi andar.

- Por que le odio con todo mi corazón le odio tanto que me duele. - Dije y ella sonrió.

- Del odio al amor solo un paso hay. - Dijo y la fulminé con la mirada.

- El es una bestia sin corazón y aún me enamorase de él, él me lastimaría o mataría sin pensarlo dos veces, pues odia a mi estirpe y además él me ha dañado me ha roto...¡estoy rota en mil pedazos! -Dije con lágrimas -¡Le odio! Desde lo más profundo de mi ser.

[Momentos después]

Salimos al jardín la brisa fresca de verano daba en mi rostro y mecía mis cabellos azabaches.

Caminaba entre rosas tome una entre mis manos y la olí suspiré y sonreí ante su dulce aroma.

Seguimos caminando en silencio hasta que llegamos a una pequeña laguna, había un pequeño muelle de madera. Camine hasta la orilla quité el calzado de mis pies y me senté mojando mis pies.

Cynthia se sentó a mi lado imitando mi acción todo estaba en paz. Respire hondo, pasado unos momentos Cynthia habla y yo la escucho atentamente con los ojos aun cerrados.

- Creo que tengo algo que hacer vuelvo enseguida. - Dijo Cynthia para levantarse irse .

Momentos después estaba totalmente relajada sentí como alguien se sentó a mi lado y entró los pies al agua.

- Ya terminaste Cynthia.- Dije con una diminuta sonrisa aun sin voltear a ver su cara con los ojos aun cerrados.

- Así que me odias. - Habló aquella voz que provocaba temor, miedo y odio en mi . Baje la cabeza y abrí los ojos .

- Por favor no me lastimes más.-Dije con la voz quebrada.

- Solo contesta. - Dijo y lo mire él miraba hacia el cielo y solo veía su perfil serio.

- Si lo hago... No le mentiré si le odio.-Hable y él me miró inexpresivo choque de miradas café y ámbar.

– Quieres que no te lastime pues portate bien conmigo humana y haz lo que te diga. – Sonrió con malicia.

– ... – Le escuché atentamente.

– Si gimes, te castigo. – Seguía con la misma sonrisa.

–Pero... – el interrumpió.

– Nunca me lleves la contraria. – Me miró serio. – Ahora súbete a mis piernas.

Su Prisionera [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora