RANDOM 》 OS Sebastian Stan

1.Turbulencias

-Maldición -susurró la joven mujer por las sacudidas causadas por despegue del avión, trataba dormir o mmmas bien relajar su tensión.

Movía de manera impaciente sus pies, se aferraba del asiento y el vuelo apenas comenzaba, su vista la dirigía al pasillo donde las azafatas daban indicaciones.

-¡Mierda! -Negó lentamente mientras su cabeza imaginaba las peores catastrofes aéreas, apretaba sus ojos.

-¿Sucede algo?, ¿te encuentras bien? -habló el hombre junto a ella.

-No -contestó escuetamente.

-¿Es la primera vez que subes a un avion?

Por la expresión aterrada de la joven, fue lo que supuso.

-Sí... bueno no, es la segunda ocasión pero si la primera donde estoy consciente -El hombre frunció la frente y la nariz claramente confundido.

-¿Cómo es eso posible? -preguntó curioso.

-Bueno, la vez anterior yo estaba drogada.

-¡¿Queeé?!

-No es lo que piensas -,se apresuró a aclarar por la sorpresa del hombre que malinterpreto sus palabras- yo tomé pildoras para dormir. Temo a las alturas y las turbulencias me producen terror. Y además en ese viaje me acompañaba mi hermana.

-¿Y por que no tomas las píldoras esta vez?

-No iba ir inconsiente a lado de un extraño que pudiera tocarme ó algo, las personas pueden ser peligrosas -Miró alrededor con cierta desconfianza, algo paranoica en realidad.

-Sabés, ese extraño a tu lado soy yo y no haría algo asi.

Aseguro él hombre con un semblante serio, pero aun así no confiaría en él.

-Pues no te conozco y no por que digas que no lo harás, te creeré.

-Entonces me presentaré, soy Sebastian y juro -Alzó su mano en forma solemne- que no te tocaría si estuvieras dormida -después le ofreció su mano.

-Lindo nombre -.No lo reconoció por sus lentes obscuros y gorra de béisbol. (camuflaje Marvel)- Soy Natalia -estrechó la mano frente a ella.

-¿Y a qué vas a Los Ángeles?

-Trabajo.

-Igual yo -contestó el actor- ¿a qué te dedicas?

-Soy diseñadora de interiores -sonrió orgullosa de su trabajo, junto con su hermana mayor tenían una pequeña agencia, que empezaba a despuntar- ¿y tú?

-Sabés yo... -penso mentir, pero la chica no lo reconoció, no era necesario- buscó un lugar en la actuación.

-El sueño de Hollywood y la fama -frunció su nariz la joven, le parecía algo tan poco probable, cientos ó miles de personas con el mismo anhelo y solo algunos cuantos lo lograban.

-No puedo creer que la gente te pague por elegir los muebles de su casa.

-Y yo que a ti te paguen por fingir algo que no eres
-Arqueó una ceja, se ofendió la bella mujer.

-Touché... me lo merezco
-Sonrió de lado.

Natalia le habló de la pequeña empresa que tenía junto con su hermana mayor. Explicándole algo de su profesión.

》》》

Hubo turbulencias y la mano del rumano se vio aprisionada por Natalia, le apretó fuertemente los dedos.

-¡Auch! -Se quejó el actor, ella lo soltó al darse cuenta de lo que hacía.

-Lo siento -susurró temblorosa.