RANDOM 》 OS Sebastian Stan

15. Tensión Sexual

Gracias por las mil lecturas, las dejó con este shot como agradecimiento.

En especial a las chicas que votan y comentan.

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Diez malditos días encerrada, exiliada del mundo exterior, no quería saber nada ni ver a nadie.

Quería estar sola.

Llevaba tres días con el celular apagado, estaba cansada de las insistentes llamadas de amigos ó su padre.

Unos golpes en la puerta la hicieron levantarse del sofá. Sus pasos eran lentos y cansados, no había dormido en días de manera seguida, solo a lapsos cuando se rendía de tanto llorar, se sentía cansada.

—Hola Lexie —saludó el rumano— ¿qué rayos le pasó a tu cabello?

La chica de inmediato llevó ambas manos tratando de aplacar la maraña que llevaba encima, parecía un leon, su cabello era corto y ahora se encontraba horriblemente esponjado, había pasado por mejores tiempos, pero ahora peinarlo no era una prioridad.

—Nada —Se encogió de hombros.

El actor la observó a detalle, se encontraba desarreglada, vistiendo una playera de tirantes algo infantil con impresiones de minnie mouse y un short pequeño en rojo, eran sus pijamas. Desvío la vista al interior del lugar y vio uno de los sofás totalmente destrozado.

—¿Qué sucedió? —Señaló con un movimiento de su mentón hacia detrás de la chica.

Ella bajó la mirada y giró su rostro, no quería seguir siendo observada con esos preciosos orbes azules.

Sebastian tomó su barbilla suavemente e hizo que lo viera al rostro.

—Lexie, dime que le pasó al sofá, no estaba así la última vez que vine.

La chica suspiró de manera pesada, vio el sofá que Seb señalaba y una sonrisa tirante apareció en su rostro.

Recordó como el pobre sofá había sido victima de su coraje e impotencia.

Sebastian se adentró al departamento cerrando la puerta tras de si, la abrazó y ella correspondió de inmediato apretando entre sus manos la playera que él llevaba puesta.

Sollozó un poco y Sebastian la apretó un poco más contra su pecho, acariciaba su espalda a modo de consuelo.

—Joshua me engaño.

El actor se separó un poco sin soltarla del todo, fijó sus ojos en ella, sorprendido por su declaración.

—¿Qué? —Creyó escuchar mal.

La chica negó mientras apretaba sus labios en una fina línea.

—No me hagas repetirlo —suplicó con dolor en sus ojos miel.

—Pero si su relación se veía tan perfecta —Soltó sin pensarlo.

La chica río en una risa amarga, dejó los brazos del actor y tomó asiento en el sofá intacto.

El actor la siguió pero antes se paró frente al sofá dañado, estaba rasgado el tapiz, como si hubiera sido con algún cuchillo, se veían las líneas de los multiples cortes, incluso un poco del relleno salía en algunos.

Se sento junto a ella y tomó su mano, dándole unas caricias con su pulgar, dibujando circulos en ella.

-¿por que hiciste eso? -preguntó señalando el sofá con su mano libre.

-los encontre ahí, se suponia que llegaria tarde a casa pero no fue asi y los sorprendí teniendo sexo justo en ese maldito sofá.

Alexandra Dumont trabajaba con su padre como editora en una pequeña revista deportiva, de la cual era dueño junto a otro socio.