Capítulo 19

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Lo estaba esperando fuera del colegio. Estaba entada en un banco, junto a un árbol del que las hojas más secas y viejas caían al suelo a cada golpe de brisa. Su hijo salió en mitad de un batallón de muchachos y muchachas al tocar el timbre. Había un autobús esperando a los jóvenes, el chico habría subido si no hubiese divisado a Emma.

Miró a Swan desde cierta distancia, mientras el resto de sus compañeros subían al vehículo. Ella se acercó a él con cautela. Llevaba la chaqueta de sheriff encima de una camiseta oscura, unos de sus vaqueros y botas negras que iban bien en aquella época del año. El muchacho la reconoció por la ropa antes que por ninguna otra cosa.

«Viene a buscarte para comer juntos» dijo ella cuando finalmente se acercó por completo a él, su voz sonaba tímida

Henry la miraba dudando de si sonreír o permanecer indiferente.

«Está bien» dijo forzando alegría en su voz

No esperaba que su madre fuera a buscarlo después de comportarse como un malcriado la noche anterior. Emma intentó durante el camino hacia Granny's mantener una conversación amistosa, pero no lo consiguió. No es que el muchacho estuviera antipático o grosero, estaba indiferente, y eso preocupó a Swan que prefirió escoger lo que comerían nada más llegar al restaurante. Para no perder el apetito antes de la conversación, algo que Henry sabía que iba a pasar, comieron en silencio y terminaron exactamente al mismo tiempo, dejando los platos igual de limpios. Solo quedaron en la mesa los jugos de naranja después de que Ruby retirara el resto del servicio.

Emma miró al hijo seriamente. Él bebió de su jugo antes de hacer lo mismo, y al hacerlo se dieron cuenta de cuánto se parecían realizando ese gesto.

«¿Y entonces?» preguntaron a la vez. La boca de Henry se abrió

Swan respiró profundamente y tomó la iniciativa.

«Bien, creo que tenemos que hablar. Henry, lo que viste la semana pasada fue algo...algo que tu madre y yo no conseguimos...» le costaba hablar, pero lo intentó «es...algo que...» tragó en seco

«No te creo» dijo él de repente

Emma movió la cabeza hacia los lados como un perro que no entendía lo que estaba viendo

«Henry, no quiero que pienses mal sobre nosotras, fue algo que pasó»

«Me mentiste. ¿Qué quieres que piense?»

Ella tomó aliento, miró hacia la derecha asegurándose de que nadie les prestaba atención. El restaurante estaba extrañamente vacío aquel día. De cualquier manera la rubia prestaba atención en hablar más bajo de lo normal.

«No es verdad, tú, Regina y yo necesitamos hablar juntos, solo nosotros tres»

«No quiero conversar con nadie, mucho menos con vosotras dos. Voy para casa, tengo que recoger mis cosas para la mudanza» se levantó, Emma intentó agarrarlo, pero le retiró el brazo con brusquedad y siguió caminando hacia el apartamento. Swan salió y lo siguió.

Cuando llegó al apartamento, cerró la puerta e insistió

«Henry, entiende de una vez» él comenzó a sacar su cosas de un cajón y fue metiéndolas en una caja que tenía sobre la cama «no estamos haciendo nada malo, nos estamos entiendo como tu querías, incluso es todavía mejor. Fue algo que descubrimos juntas»

«¡Deja de mentir! ¡Vas a herirla!» dejó de guardar las cosas y la empujó con un brazo para que saliera de su camino

«¿Qué?» preguntó ella enfadada

STARTING TO FIND THE LASTING LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora