Capítulo 24

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Apoyada en la ventana, Emma apretaba sus puños, reprimiendo el nudo en la garganta que la asolaba desde que puso los pies en el apartamento familiar. Pensaba en Regina, sintiendo rabia ante el plan que había armado el Capitán Garfio. En la cabeza de Emma todo estaba más que claro, él era el culpable, y envolvió a Regina en el tejemaneje para que ella pensase lo que no era. La Salvadora sentía una amargura inmensa ante el oído repentino sentido por la Reina, y en ese momento lo entendía perfectamente.

«No me puedo creer lo que nos estás contando, Emma. Killian no haría eso» dijo Mary Margaret sentada en el sofá, con Neal en el regazo.

Henry y David estaban de pie detrás de ella. Los tres parecían muy sorprendidos ante los hechos contados por Swan.

«¿Estás segura de que ha sido él el que ha hecho eso?» preguntó el padre.

«Sí, vi el garfio cuando me drogó. Era él, sí...Me quito la ropa, me colocó en la cama e hizo creer a Regina que yo estaba allí con él voluntariamente. ¡Lo va a tener que admitir!» Emma todavía de espaldas estaba que echaba humo por las orejas «Lo va a admitir sea como sea, va a hablar conmigo, ¡vaya que si va a hablar!»

«Entonces, ¿tú y Regina estabais juntas? ¿Juntas...de esa manera?» David hizo la pregunta con un tono de curiosidad y sorpresa al mismo tiempo

«Sí, papá. Estábamos juntas, sí. Sé que es extraño, pero finalmente nos entendimos»

«Muy bien, por lo visto» añadió él, todavía sorprendido. Se sentó al lado de la mujer e intentaba encajar la imagen de su hija y Regina juntas. No dijo nada más después de eso.

Henry, por su parte, miraba a su madre con preocupación. Por primera vez, tuvo miedo de decir algo. Estaba molesto por verla tan abatida y por haber presenciado la discusión en Granny's, en el fondo tenía la certeza, pero necesitaba que Regina se lo confirmase. Por esa misma razón no quiso juzgar mal a Emma.

«No sé por qué no he ido todavía detrás de ese canalla...¡voy a matar a ese desgraciado!»

«Emma, cálmate» dijo Mary Margaret «No hagas nada en caliente, y además seguro que tiene que haberse escondido. Por la forma en que las noticias vuelan en esta ciudad, tu pelea con Regina debe haber llegado a sus oídos»

«Creo que no, él es muy engreído. No puedo quedarme aquí parada mientras Regina no me cree. Tenía que haber echado abajo aquella puerta y entrado en su casa, ella necesitaba escucharme. Sabía que había pasado algo» en ese momento Emma se rascó la nuca e hizo una mueca de aflicción «¿Por qué he sido tan cobarde?»

«Ciertamente se creyó lo que vio, es tan cabeza dura como tú, no va a dar su brazo a torcer»

«Pero yo nunca traicionaría su confianza, mamá. Si ella pensase un poco, sabría que no habría cabida para que estuviera echada en la cama con Hook, si creyese en mí, sabría que aquello era un montaje. No consigo conformarme»

Emma cerró los ojos con fuerza, las manos estaban en la cintura y uno de los pies golpeaba el suelo, de puro nerviosismo.

«Ahora que te has acordado de todo, irás a hablar con ella cuando toda esta confusión pase. Ella entenderá. Si te quiere de verdad, lo hará» Mary colocó a su hijo pequeño en los brazos de David. Se levantó para ir hasta Emma y coger el rostro de su hija entre sus manos «Todo va ir bien» intentó consolarla, sonrió afectuosa.

Emma asintió, abrió los ojos que comenzaban a lagrimear, pero se controló. Los labios temblaron antes de hablar de nuevo

«Yo solo quería que hubiese confiado en mí. Estábamos tan bien. ¿Por qué ha tenido que pasar esto?»

STARTING TO FIND THE LASTING LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora