No Mires Atras

23-Juegos Sucios.

-Maldición- pensé.

Por un momento me puse triste al ver que ya no podía seguir jugando con mi pequeña víctima, pero pensé que así tal vez sería mas divertido, así tendría mas tiempo de pensar en como podría hacerle sufrir de la peor forma posible.

-¿Que ha pasado aquí?-Dijo Jeff,entrando en la sala, observando como todo estaba patas arriba. En su mirada se podía ver como se llenaba de furia lentamente al ver que todo estaba tan desordenado; él sofá tenia algunos cortes haciendo que él relleno que tenia dentro saliera, los cristales de la cocina estaban completamente rotos, algunos de ellos manchados de sangre, él armario estaba completamente arañado con algunos cajones rotos.
Finalmente al ver que no contestaba, volvió a preguntar.

-Repito. ¿¡Que ha pasado aquí!?

-Oh Cariño, ¿Piensas que eres él único que puede divertirse aquí?- Me acerqué a él mientras ponía mi mano en su mejilla y le acariciaba él cabello con la otra, le miré a los ojos y pude ver como su furia iba desvaneciendo a compás que iba bajando la mano sobre su cuerpo, hasta llegar al pantalón.-¿Tienes hambre? Tendrás que estar cansado, has estado mucho tiempo fuera.-Me alejé de él mientras le observaba a los ojos y   jugaba con un mechón de mi pelo.

-¿Y bien? ¿Quieres algo para comer o no?- Agarré una de las sartenes y me dispuse a agarrar algo de la nevera para cocinarlo.

-Sí, si quiero algo para comer. -Me miró con deseo, como si me estuviera devorando con la mirada.

-¿Que te gustaría comer hoy?- Respondí con una sonrisa cálida y amable, pero a la vez algo seductora y sexy.

-Me gustaría comerte a ti.- Se acercó, y se puso detrás de mí, me agarró de la cintura y me acercó hacía él, empezó a jugar con mi cabello y a empezar a susurrarme al oído, me desabrochó algunos botones de mi camiseta con torpeza, y me besó.

-¿Seguro que quieres probarme?-Me quité la camiseta y acosté a Jeff en aquel sola roto, mientras me ponía encima, empecé a besarle el cuello mientras bajaba hacia llegar a la cadera y desabrochaba su pantalon.

-Es lo que mas quiero ahora.

-Pues que lastima ¿No?-Le susurré al oído.

Cogí un cuchillo que estaba encima de la mesa, estaba algo oxidado, pero no me importó, es mas, me alegraba de que estuviera oxidado, así la herida no cicatrizaría tan bien.
Clavé él cuchillo en él hombro de Jeff, le habría dado en él pecho, en él corazón, pero así no habría sido divertido verle morir tan pronto y sin apenas dolor, para asegurarme de que no escapará clave otro de mis cuchillos en su pierna izquierda.

-Si quieres podemos seguir mas tarde con él juego, ahora tengo que ocuparme de unos asuntos- Me puse una sudadera, agarré unos alicates, una cuerda y un cuchillo, algo me decía que esta noche iba a ser divertida y finalmente me adentré en él bosque buscando a alguien con quien poder jugar.