– JongIn, ¿están listas tus cosas?
– Sí – afirmó el joven cerrando una maleta y luego dejándola en el piso.
– Que bueno, – lo felicitó la mujer y luego siguió hablando en actitud soñadora – ya partes a una nueva ciudad... ojalá te vaya excelente. Por favor, cuídate mucho.
– Tía... No te preocupes – el muchacho usaba un tono cariñoso y comprensivo – Recuerda que no voy solo; Junmyeon y Sehun van conmigo, además ya tenemos diecinueve años, podemos cuidarnos solos. – aseguró con una sonrisa.
– Ya lo sé, pero me preocupan, no lo puedo evitar. Tienen que llamarme siempre, ¿queda claro? – advirtió la señora rubia mientras estira los brazos para envolver a JongIn.
– Si, bueno. – bufó el moreno con los ojos en blanco mientras devolvía el abrazo.
– Entonces, vamos al aeropuerto.
Han transcurrido ocho años, JongIn y Sehun se volvieron unos jóvenes formados que habían terminado sus estudios y hoy viajarían a una nueva ciudad para así cumplir el gran sueño del moreno: ser un gran bailarín.
***
– Señor Dyo, recuerde que dentro de una semana se realizará el casting para encontrar nuevos bailarines.
KyungSoo caminaba a paso rápido por los pasillos de su empresa siendo seguido de cerca por su asistente. Era un chico joven y amable, varias veces olvidaba lo que ya había dicho y era normal escucharlo decir cinco veces la misma oración en un día.
– Lo sé. – murmuró.
– Lo siento – el joven a su cargo hizo una reverencia demostrando el respeto hacia el contrario.
– Oye, puedes tomarte el resto del día, tengo cosas que hacer así que ante cualquier situación di que estoy de viaje. No quiero que me molesten en todo el día, ¿está bien? – a pesar de que KyungSoo entraba en la categoría de bajo, muchas veces intimidaba por su actitud, ésta era una de esas veces.
– Como usted diga. Pero, sus padres dejaron un mensaje para usted... – intervino el asistente buscando entre sus papeles de forma nerviosa y apresurada.
– ¿Que mensaje? – preguntó KyungSoo curioso olvidando su imagen de ejecutivo serio e intachable.
– Era algo sobre su amigo Baekhyun, quiere que lo llame... o algo así... – el asistente se notaba avergonzado por hacer demostración de su corta memoria y eso le hacía gracia.
– Esta bien, gracias. Puedes retirarte.
Si ser su propio mánager era agotador, KyungSoo merecía un premio pues su familia tampoco se la ponía fácil...
Se encerró en su oficina y caminó hasta el sofá que amueblaba la estancia.– Aló, ¿Baek? ¿Para que querías que te llamara?
– ¡Dyo! ¡Amigo mío! Voy para allá, llegaré a eso de las 18:30 así que espérame en el aeropuerto ¿si? ¡Nos vemos! – la voz animada de BaekHyun se dejó escuchar a penas la llamada conectó, pero así como llegó se fue y pronto KyungSoo tuvo que bajar el brazo sin apenas haber hablado.
***
A pesar de que JongIn luchó con todas sus fuerzas recuperar sus recuerdos de la niñez, tuvo que rendirse. El forzar su mente solo le provocaba crisis físicas y emocionales que lo llevaban al hospital por algunas temporadas.
Así, se vio en la obligación de dejar el pasado borroso atrás y enfocarse en el futuro que le esperaba. Por eso fue que en cuanto hubo ahorrado el suficiente dinero, pagó billetes de avión para él, Sehun y Junmyeon.
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Caídas del Destino || KaiSoo
FanficSeHun, JongIn y KyungSoo se conocieron cuando a penas eran unos niños. Si el destino los separó, ¿podrán volver a encontrarse?