[Narra Anzu]
Llegamos al supermercado, que era más bien un almacén desordenado dirigido por una ya anciana mujer con el pelo largo y despeinado y su mirada atenta. Yo ya la conocía. Era de mi pueblo, que encontraba al norte de este.
Entré mirando al suelo junto a Kyle. La anciana saludó reconociéndome a lo que le devolví la sonrisa por educación.
Cuando ella vio que eramos muchos se levantó de su asiento en la caja registradora y nos acompañó a vigilarnos intentando disimular hablándonos mientras se sujetaba el pañuelo de flores que llevaba. Me mordí el labio incómoda, otros vendedores le contaron sobre nuestros robos.
Cogimos lo que necesitábamos para desayunar y almorzar y, tras pagar, volvimos a mi casa.
Lo primero que hicimos al llegar fue, a petición de Aveil, colocar los adornos en el árbol viejo de Navidad, donde muchas veces se me enredaba el pelo.
-A ver si algún día me lo rapo- bromeé para mí misma.
Las bolas decorativas tenían un tacto grasoso y con un olor raro.
Olí mi mano manchada en el producto.
-¿Que raro huele no?- dije interrumpiendo los comentarios de los demás.
Algunos me imitaron, o eso me pareció ver ya que los ojos me pesaban y veía borroso.
Me senté mareada en el brazo del sofá que estaba detrás mio, mareada y desorientada. Oía la voz de Ethan avisando de que podría ser un somnífero pero el ambiente ya estaba cargado.
Megune intentó abrir la puerta pero, justo al abrirla se desplomó en el suelo. Siguiéndola yo.
Cayeron todos. Miré de reojo como pude a Aveil, que cayó a mi lado. Ya estaba dormida y yo estaba a punto. Cerré los ojos.
P.D: es cortito, pero yolo xd
