Cap.4: La verdad

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Desperté en la camilla de un sitio desconocido. Me levanté enérgicamente pero sentí un agudo dolor repartido en todo mi cuerpo y mi mano todavía estaba manchada de sangre seca. En ese momento recordé lo que pasó y dónde estaba: estaba en una comisaria y me desmayé por la cuchilla que tenía el mafioso. El filo tenía veneno.
Después de aclarar mis ideas abrí la puerta gris que había en frente de la camilla. Había mucha luz en aquella sala y algo me embistió hasta caer al suelo tras la voz de Ethan. Cuando mis ojos se acostumbraron a la luz ví que era Mieko abrazada a mi mientras gritaba como una niña pequeña y Ethan la tiraba del pie para quitarla de encima mío. Tras una mesa de caoba había un policia cerca de su jubilación y bigote teñido de marrón mirandome serio.

- Hola señorita-dijo levantandose y tendiendome su mano, la cual no correspondí con vergüenza de tener la mano ensangrentada- en cuanto oímos disparos fuimos allí lo más rápido posible. Tenía en sus contactos a Ethan y Mieko así que les llamamos por la gravedad del asunto. ¿Podría hacerle unas preguntas si es tan amable?

Me senté en una de las sillas por lo que Mieko tuvo que sentarse en las piernas de Ethan.
- Podríais poner una silla más, señor calvo. Las familias suelen de tres sillas- dijo sonriente Mieko.

El "señor calvo" dirigió a Mieko una mirada desagradable arqueando una de sus cejas y volvió a revisar su hoja y luego a mí.

-Bien, ¿Puede contarme con todo detalle lo que pasó?
-...Esta mañana recibí un telegrama con aquella dirección con la finalidad de salvar a mi madre. En la entrada de aquel sitio me recibió una persona que actuaba como si me hubiera conocido antes. Este me llevó a aquella habitación. Allí estaba mi madre amordazada y un señor alto y con gafas que parecía estar medio loco. Él me dijo que me conocía, me adoraba y que quería que trabajara para él...
- ¿Trabajar en qué? ¿En qué te diferencias de otros trabajadores?- me interrumpió el policia.

Mieko rápidamente apoyó con gran fuerza sus codos en su mesa. Aquello hizo que las cosas que estaban ahí temblasen mientras que ella le miraba muy atentamente. A veces Mieko daba miedo.
- Deja que continúe y después las preguntas- ordenó Mieko con una sonrisa.

La miré de reojo, divertida al ver la reacción asustadiza del policia y seguí hablando:

- No lo sé pero me negué, él enloqueció y disparó a la cámara de vigilancia para que no grabara que me disparó dos veces, pero falló- mentí, en realidad disparé yo a la cámara y dos veces al techo- en ese momento su locura llego al máximo y mató a mi madre -en realidad esa bala terminó en su frente gracias a mi- eso me sorprendió y él aprovechó atacandome con una navaja envenenada. Vió que no conseguía matarme se suicidó y yo me desmayé.

Tras todas mis calumnias se hizo el silencio y Mieko se levantó cogiendo una bocanada de aire, entusiasmada.
-Joder ¡Eres genial!- exclamó ella con un brillo en sus ojos.

El policia apuntaba todo lo que decía y, cuando terminé, me miró de nuevo.

-Suficiente, todo concuerda con lo que has dicho pero seguiremos en investigación. Puede que te llamemos de nuevo.

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Es un poco corto pero es que se me fue la inspiración xDD Perdón

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