Nunca digas nunca (Lily & James)

CAPÍTULO 27

     Aquella noche, decidieron salir al Seven a tomar algo todos juntos como favor a Remus y a Jane, y para celebrar la historia que acababan de comenzar. Por supuesto, James aceptó encantado mientras que Lily, Vanessa se quejaron hasta que llegó la hora –Que sepas que vamos por que nos invitas a algo, sólo es por interés- y Sirius no opinó mucho sobre el tema, simplemente encogió de hombros, un rato con algo de animación le vendría realmente bien y de paso podría aprovechar para intentar hablar con Vanessa.

     Eran las once y media de la noche y el Seven expulsaba vida por todos los rincones al ser sábado, gente por todos lados, música, murmullo general ahogado de vez en cuando por carcajadas estridentes. Remus y Jane resplandecían de felicidad y bailaban junto a James mientras Lily charlaba con Vanessa un poco más apartadas, por su parte, Sirius había entablado "conversación" con dos chicas suecas que habían venido a visitar la ciudad ese fin de semana, o al menos eso es de lo poco que entendió Sirius, por lo demás se limitaba a hacerles caídas de ojos bastante sexys y a mostrar su deslumbrante sonrisa mientras las otras dos reían como bobas aunque con cierta burla según le pareció a Lily que aguzaba el oído para enterarse de lo poco que hablaban, veía que Vanessa tenía una sonrisa muy forzada en la cara y sabía que se debía a que el moreno ya estaba coqueteando con chicas.

     - No te preocupes, Nessa- murmuró la pelirroja en el oído de su amiga.
     - ¿Preocuparme por qué? Estoy bien.- dijo de forma estridente.

      Lily puso los ojos en blanco y empezó a bailar con su amiga cuando Scott se les unió por detrás, aquella noche la tenía libre y estaba exultante.

      James se acercó a Sirius dándole una palmada en la espalda mientras éste sólo tenía ojos para las dos rubias.

      - Sirius tus ojos acabarán saliendo de sus órbitas.- le comentó al oído.- Y tu pantalón se llenará de babas...- Sirius siguió ignorándole mientras meneaba la mano como si quisiera espantar alguna mosca toca-narices de su lado.- Sirius venga ¡ve a hablar con Nessa! ¡Soluciónalo!
      - ¡Déjame James!- exclamó el chico con el ceño fruncido.

      El moreno estaba molesto con Vanessa, que no le había mirado a los ojos en toda la noche, y sólo le había dirigido una palabra como saludo. Se le habían pasado las ganas de hablar con ella al ver su indiferencia, su valentía se había evaporado y por primera vez en su vida Sirius se sintió avergonzado por pertenecer a la casa Gryffindor. 

      James chistó con la lengua y después de coger su bebida de la barra se reunió con unos chicos que conocía para dejarles a Remus y Jane un poco de intimidad. 

      Cuando se fue, Sirius se sintió algo mal por haberle saltado así a su amigo y se giró un poco intentando buscarle para ver si se había enfadado pero no dio con él, a quien si vio y eso sólo le hizo sentirse peor fue a Nessa, animada, con un vaso en la mano, mejillas sonrojadas y algunos mechones sueltos de un improvisado moño que se había hecho y esa sonrisa que no salía de la cabeza de Sirius, bailaba si, y no estaba sola, Scott Grumper, el maldito camarero, estaba junto a ella, tocándola, cogiéndola, haciendo que diera vueltas, haciéndola reír. ¡Mierda!

      Con un suspiro muy molestó se volvió a girar en dirección a las suecas.

      - ¿Por dónde ibam...?

      La pregunta se quedó colgando de su boca al ver como las dos amigas rubias compartían un beso algo apasionado aprovechando la distracción de Sirius <<¡Genial! Sólo se han estado burlando de ti... y yo que pensaba proponerles un trío...>>

      Se apartó de ellas dirigiéndose a la barra donde pidió un chupito de whisky de fuego al camarero.

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