Es muy extraño.

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•Narrado por Cameron.
Savanah de verdad tenía muchas preguntas, las cuales tenía que responderle. Eran preguntas como: ¿Por qué Richard tiene eso en su casa? ¿Él se droga? ¿Alguna vez te has drogado? ¿Por qué Richard se mete en tantos problemas?, pero yo no tenía ningún inconveniente en respondérselas, ya que nunca me había drogado, solo Richard.
Siguiendo contestando sus preguntas, llego a una que me dejó helado.
-¿Por qué a veces la humanidad, tendemos a querer a una persona demasiado rápido?-, y me dejó helado prácticamente porque cambio rotundamente de tema.
-No lo sé Savanah. A veces las personas a las que llegamos a querer en tan poco tiempo, sientes que son las más indicadas, las que nunca te dejarán, estarán contigo en las buenas y en las malas, y hay veces en las que, conforme pasan los años, sabes que elegiste a la persona correcta, a la que amas con todo tu corazón-, me querían salir lágrimas por los ojos, pero yo nunca lloro.
-¿Alguna vez te haz enamorado de una persona en muy poco tiempo?-.
-Sí-.
-¿De quién?-.
-De...- en ese momento su celular comenzó a sonar, y justo habíamos llegado al "antro", aunque no permitían tomar alcohol a menores de edad, pero solo podían entrar mayores de 15 años, entonces era perfecto.

Savanah contesta y empieza a decir: "Me tenías muy preocupada", "está bien, no pasa nada", "sí, estoy bien, luego hablamos" , y cuelga.
-¿Quién era?-, le preguntó a Savanah.
-Alice-.
-¿Qué decía?-.
-Que cuando llegaron las patrullas, ella se fue lo más rápido que pudo a su casa-.
-Está bien. ¿Entramos?-.
-Por supuesto, la noche acaba de comenzar-, esta chica si que era genial.

Llegamos a la puerta, todo era perfecto. Supongo que si no la hubiera traído aquí, todo su trabajo para arreglarse hubiera sido en vano. Aunque ella de cualquier manera se ve bonita.
-Disculpen, ¿cuántos años tienen?-, pregunta un guardia de la puerta.
-Ella 17, y yo 18, ¿por qué?-, nunca me preguntaban mi edad, supongo que era por ella.
-No, nada. Pueden pasar-, dice y nos hace una sonrisa, pero se le queda viendo a Savanah.
-Ella es mía-, digo mientras estoy entrando al lugar.
-Yo no soy tuya-.
-Oh linda, si que lo eres-.
-No, tú y yo no somos novios, o algo por el estilo. Eso significa que no tengo dueño-.
-Todavía no lo somos...- murmuré.
-¿Qué dijiste?-, pregunto en un tono confundido pero a la vez sorprendido.
-Que te ves hermosa-.
-Gracias, ya sabía-, dijo riendo, al momento me uní a su risa.

Entramos y el lugar estaba muy tranquilo. Hasta que mi mirada, se cruzó con la de Jenifer. Mi historia con ella era simple, somos ex novios, ella es una arrogante que siempre quiere tener a todos a sus pies, solo duramos 2 meses, nada significativo.

-Cam, ¿me podrías traer algo de tomar?-, dice Savanah con un tono muy dulce.
-Sin ningún problema-.
Voy caminando hacia la barra, y el que atendía me pregunto:
-¿En qué puedo ayudarte?-.
-Nada, solo venía por dos copas no cargadas, una de ellas es de una menor de edad-.
-Entonces, ¿nada tan cargado?-.
-No, por favor-.
-¿Quién es la joven con la que estabas?-.
Lo comienzo a fulminar con la mirada. Cabello rubio, despeinado, haciéndolo ver salvaje, pero sutil, pantalones rasgados negros, pero ajustados, camisa de botones naranja. Guapo, para cualquier chica.
-Mi novia-, mentí.
-Oh, lo siento-.
-No hay ningún problema-, y hago una sonrisa victoriosa.
-¡YA DÉJAME! ¡YO NO TE HE QUITADO NADA!-, escucho a Savanah gritar.
-Cuida los tragos-, le digo al mesero y me hecho corriendo hacia el lugar de donde provenían los gritos. Se podía percibir de lejos, ya que había una bola alrededor, estaba infestado.
-¡JENIFER SUELTA A SAVANAH!-, gritó apartando a Savanah de Jenifer.
-¡ELLA ME QUITO ALGO QUE ES MÍO!-, grita Jenifer, agitada.
-Todo, se puede comprar-.
-Si, pero la cosa que me quito no es material. Eres tú, Cameron-.
-Yo no soy tuyo, no somos nada-.
-Vámonos-, escucho murmurar a Savanah en mi oído.
Tomo a Savanah de la mano, y salimos.
-¿Qué pasó?-, le preguntó a Savanah mientras enciendo el motor.
-De repente, estaba viendo mi celular, y llega Jenifer, me tira al piso y luego me empieza a gritar-.
-Me las pagará, ¿estas bien?-.
-Si... oye, ¿Jenifer y tu en algún momento fueron algo?-.
-Si. Hace como 2 meses. Pero nada significativo-.
-Con razón me grito cosas como esas-.
-Si... bueno perdón porque tu noche no fue la mejor, o como la esperabas, yo solo quería que...-, sin dejarme terminar la oración, Savanah me besa, de una forma única.
-Nada importa si estás tú-, dice entre besos, y me abraza.

Llegamos a su casa.
-Mi padre, ¿qué hora es?-.
-Las dos de la mañana-, digo, checando mi celular.
-Bueno, no es tan tarde, déjame entrar-.
-Está bien-.
Le quito el seguro de niños, abriéndole la puerta, y ella se baja.
-Fue una de las noches más locas que he tenido-, le digo riendo.
-Igualmente-.
-Savanah, ¿mañana que tienes planeado?-.
-En realidad, nada-, dice Savanah con una cara de cansancio.
-En ese caso, pasó a las 10 de la mañana por ti-.
-¿Para qué?-.
-Sorpresa-.
-Dime-.
-Sorpresa-.
-Dime-.
-Sorpre...-.
Y Savanah me da un beso corto.
-¿Me dirás?-, dice con una sonrisa en su cara.
-No-.
-Agh, bueno hasta mañana-.
-Hasta mañana-.
Digo y subo a mi carro.
La llevaría a un lugar mágico y fuera de lo normal, supongo.

Eres mi héroe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora