Eres mi héroe.

¿Cartas?

~Narrado por anónimo.

Savannah Winter y Cameron Matthew están peleados, esta es mi oportunidad de que se fije en mí, que pueda hacer cambiar su forma de ver las cosas al mundo que le rodea. Solo necesito que sepa cuanto es mi amor por esa persona. Que tenga en cuenta que no me rendiré hasta conseguirlo...

~Narrado por Savannah.

"Hola, querida.
Veo que te haz dignado a leer mi carta, ¿cómo estas?
Espero que muy bien, te necesito, pero tú no sabes que existo. Probablemente te enojarías si supieras quien esta escribiendo esto, por el momento se quedará en:
-Anónimo."

Reaccioné inmediatamente e intimidada solte el papel y me senté a un lado del casillero, localizando los pasillos vacíos y que no hubiera nadie alrededor.
Me pare intentando que fuera lo más normal posible y guardé la nota en mi mochila. Fui directamente al hotel.

~Narrado por Cameron.

-Ni siquiera yo sé como pude decirle que lo que había dicho en literatura era para ella-, dije mirando al techo.

Me sentía extraño, la quería y me importaba, pero a ella parecía valerle y solamente me veía con esas chicas a las cuales no hacía caso y no me importaban en lo absoluto, ni siquiera estaba interesado en ellas. En cambio, Savannah era diferente, tenía ese toque especial de no ser como las demás y no dejarse llevar por las críticas. Aunque en el fondo se que le afecta y que no debí decirle esas palabras el día que nos peleamos. Pero, ella me había hecho enojar como nadie lo había hecho: Rechazándome, y, ¿qué mejor forma de darle un poco de lo que ella me hizo sentir?
Ya no quiero ser malo con ella, pero me provoca y me hace querer tirar todas las cosas que hay a mi alrededor y solo querer ir en busca de ella para decirle que la necesito, y que reconozco que fui un completo tonto al dejar que mis instintos me manipularan.
Tomé las llaves del auto y fui directo a donde ella se estaba quedando. Había obtenido un poco de información de Alice hace algunos días.

Afuera de su puerta coloqué un oso más grande que yo, y le deje una camisa que decía: ¿Me perdonas? Atte. Cameron.
La había mandado a hacer, y apenas hoy había llegado a mi puerta. Antes de haberme peleado con ella ya tenía el oso en mi casa para cuando ella quisiera quedarse, solo que sucedió lo que sucedió y el oso se quedo esperando un tiempo más.

Toqué la puerta sin esperar algún tipo de respuesta y corrí hacia un lugar en donde había un muro, para después esconderme en él y esperar a que Savannah abriera la puerta.

-No me la puedo creer-, dijo Savannah tomando el oso y abrazandolo con todas sus fuerzas, para posteriormente llenarse de lágrimas y tomar al oso para entrar a la habitación.

-Yo tampoco me la puedo creer-, dijo una chica pasando al lado de mi y mirándome de arriba a abajo, haciendo un intento de morderse el labio. Aunque la verdad, hablando físicamente la chica no era muy atractiva que digamos.

-No estoy disponible-, dije mostrandole una sonrisa tenue y llena de sarcasmo.

-Lo siento-, dijo la chava huyendo de mí.

Comencé a reír y luego fui directo al coche en donde puse un poco de Rolling Stones y fui cantando todo el camino.

Llegué a mi casa, deje el coche y subí a mi habitación para terminar los deberes que me habían dejado de química, ya tenía una advertencia del profesor para detención.

Al terminar, deje que mi cuerpo se relajara debajo de una ducha caliente y acabando de salir, suena mi celular.

-Hola, tenemos que hablar-, dice Richard desde el otro lado de la línea.

-¿Es demasiado urgente?

-Se trata de Savannah, supongo que sí.

-Llego en 5 minutos-, dije colgando la llamada.

Me vestí lo más rápido que pude y conduje hasta la casa de Richard.

-¿Qué sucede?-, dije entrando a su enorme casa.

-Tranquilo viejo, nada de que preocuparse.

-Si es Savannah, hay demasiado en juego.

-Bueno, bueno-, Richard tomo una pausa para luego continuar, -Contactos me informaron que vieron a Savannah con otro tipo.

-No te creo, Savannah no es capaz de eso.

-Piensa lo que quieras. Yo solo informo lo que mis contactos decían.

-¿Qué tipo de contactos, Richard?

-Contactos, simplemente, Cameron.

-Me iré a cenar. Y será mejor que recapacites lo de decirme quienes son esos contactos.

-Nunca dije que no te diría.

-¿Quienes son?

-Nunca dije que te diría.

-Richard, por favor. Ya me voy.

Cerré la puerta detrás de mi y fui directo al McDonald's más cercano para cenar. En la cajuela tenía mi laptop, así que comencé a investigar en el perfil de Facebook de Savannah, pero no encontré nada nuevo, a lo que me resultó inútil seguir buscando.

¿Será cierta la información de los contactos de Richard?

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Actualice más rápido, pero supuse que se lo merecían. La historia me está encantando, y veo que a ustedes también.
Gracias por apoyar a el libro. Los aprecio demasiado.

-Andrea.