Jo Sang Ho |Snuper|

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Allí estaba, mirándolo, a escondidas, obvio. Se veía tan guapo tomando su café cortado con crema. Todas las veces toma el mismo café. 

Como lo se yo?

Soy la moza. Y justo ahora, estoy escondida detras de la barra para poder observarlo mejor.

Mis compañeros no hacen otra cosa que reirse de mi inocente actitud, aunque me dan su apoyo si decido hacer algun movimiento.

Porque estoy tan obsesionada con este tipo, del cual ni si quiera sabia el nombre o algo por el estilo?

Bueno, todo comenzo hace unos meses, yo era nueva, en el trabajo, en la ciudad, en el país, y mi primer día de trabajo  me hizo poner los pelos de punta. Y el primer cliente que pasó frente a mi, para tomar su pedido, fue él. Recuerdo el dia como si fuera ayer.

Vestido con su saco largo azul, unos pantalones de jean negros, y una camisa de lo que parecia ser acetato o seda, realmente sexy. Y su pelo, dios, no me hagan hablar de su pelo despeinado, con pinta de recien haberse levantado-termine hablando de su pelo-. Y la cosa se puso mejor cuando escuche su voz, su suave y sofisticada voz, pidiendo un cafe cortado con crema y dos beagles.

Desde ese día, no lo he dejado de ver ni un solo día, aunque el solo viene los días de semana.

Jamás hablé con el, mas allá de tomarle la orden.
Otra cosa que había notado era que siempre se sentaba en el mismo lugar, y siempre estaba solo.

-_____, podrías,por el amor de dios, volver al trabajo?.- Me pregunto mi jefa con una mirada divertida pero retandome de todas formas.

Me levante de mi posicion del piso y me dirigi a una mesa sucia, que recien habia sido desocupada, para limpiarla.

Debo aclarar que hoy es mi turno de noche, por lo que deben ser pasadas las 21.

Justo al lado de esa mesa había otra mesa; un poco mas grande, con tres tipos, medios borrachos, medios tomados, quienes habian empezado a hacer comentarios de mis piernas y trasero.

Les cuento, el uniforme, tiene una pollera tiro alto verde, una camisa blanca con una cinta hecha un moño al rededor del cuello y una chaqueta verde. Es lindo, pero de noche,no tanto

Cuestión , estos hombres comenzaron a tocarme las piernas, desde las rodillas hasta los muslos.

-Pueden abstenerse de tocarme por favor.- Trate de decirles de la mehor manera que pude que pararan su accion de tocarme. Me estaba poniendo incomoda.

-Porque? Eres muy linda.- Dijo unos de los tres, rubio, teñido.

-Cuantos años tienes?.- Pregunto otro acercándose peligrosamente a mi.

Me apoye contra la mesa que habia estado limpiando anteriormente.

-Por favor, esa informacion no la daré. Ahora dejen de molestarme o los tendre que echar.- Dije como pude, ya que me comenzaba a faltar el aliento por la situación.

Se preguntaran, mis compañeros? Mi jefa?

En el turno de noche, usualmente no viene mucha gente, por lo que la mayoria se habia ido, y quedabamos el cocinero, quien  estaba en la cocina; la jefa, quien seguramente estaba en su oficina, y yo.

-Podrian retirarse del lugar.- Les pidio amablamente una voz, suave y sofisticada.

Los tres hombres se dieron vuelta, y miraron a un chico un poquito mas delgado que ellos, pero si mas alto.

-Pierdete niño.- Le dijo el que parecia ser el mayor de los tres.

El chico alto, el chico que pedia cafe cortado con crema, agarro su telefono, marco unos numeros y puso el altavoz.

"Policia  En que puedo ayudarlo?"

Habia llamado a la policia, algo inteligente de su parte.

Los tres tipos se pusieron palidos y salieron corriendo del local.

El chico, corto la llamada.

-Te encuentras bien?.- me pregunto amablemente mientras se acercaba a mi.

Apoyo una mano en mi hombro, y senti una corriente electrica que paso a traves de mi cuerpo, e hizo que me sentara. Se arrodillo frente a mi, y me corrio algunos mechones de pelo que tenia en la cara.

Estaba palida, muy palida, tenia miedo.

-No tengas miedo.- Me dijo mientras acariciaba mi mejilla con su mano izquierda. Era grande y calida.- Ya paso.- Dijo mucho mas suave que la primera vez, y logro tranquilizarme un poco.

Despues de algunos minutos volvi a mi, y me sonroje al ver que el seguia frente a mi, mirandome detenidamente.

Me levante de golpe y le hice una reverencia de 90 grados.

-Muchas Gracias.- Le hable lo mas formal que sabía.  El río.

-No seas tan formal conmigo.- Dijo divertido.- Como es tu nombre?.- me pregunto apenado, mirando hacia otro lado.

-Me llamo _____.- Volvi a hacerle una reverencia y el respondio con lo mismo y una sonrisa.

-Soy Sang Ho, y me hubiese gustado haberte podido empezado a hablar en otras circunstancias.- Me dijo apenado,  con un poco de rubor en sus mejillas. Lo mire desconcertada, habia dicho "empezado"?.-Siempre quise hablarte, pero no habia tenido el coraje.- Me explico al ver que no entendia.

Ambos nos miramos, y  un tono carmesí se asomo por las mejillas de ambos. Corrimos nuestras vistas, y a los dos segundos nos estabamos mirando de nuevo. Nos reimos al ver que tan sincronizados eramos.

Fue, sin duda, el mejor dia de trabajo.

One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora