Ana millan es una de las huérfanas del orfanato para niñas "san hermion", dirigido por algunas monjas agradables, otras no tan agradables.
Su vida en el orfanato es tranquila al lado de su amiga Sofia, la cual la acompaña en todo momento.
La e...
Me despierto con un dolor de cabeza, me asomo en el reloj que esta en la zapateria, indica que son las 10:00 am. Tengo que empezar mi viaje, pero no se como llegar, me levanto del suelo y le pregunto al zapatero:
- Disculpe: como llego a Monterrey..
- Tu iras sola? - Pregunta el zapatero con el ceño fruncido
- No
- Y quien ira contigo?
- Mmm mi tío - Le miento
- Y donde esta tu tío? -
- Me espera fuera, en el carro.
Hace un gesto de desaprobación y me dice:- Mira, tienes que tomar la carretera hacia Guanajuato, llegando a Guanajuato dile que siga las señalizaciones a San Luis Potosí, y de ahí le sigue a Monterrey, solo es cuestión de que lea las señalizaciones.-
- Gracias- le digo
Salgo de la tienda haciendo una lista mental de los estados por recorrer <<Guanajuato, San Luis Potosí y Monterrey>>
En primer lugar no se como llegar a ninguno de esos estados, en segunda, no se donde son esas carreteras. Me siento sin mas que hacer, pero al momento de rendirme llama mi atencion una papelería que esta cruzando la calle, es ahí donde tengo que ir. Cruzo la calle corriendo, los carros pitan cuando paso.. no se por que..
Entro a la papelería y un anciano me dirije la mirada al momento de cruzar la puerta
- En que te puedo ayudar?
- Quisiera un mapa.. de México, por favor..- Le digo
- En un momento
Seguido esto me entrega el mapa
- 5 pesos por favor
Saco disimuladamente de mi mochila un billete de $50 y se lo entrego
- Gracias señorita! que tenga buen día
El anciano me regresa mi cambio y salgo de la tienda, checo el mapa y reacciono mal al saber que son 3 estados, todos muy grandes, pero llegare; soy hábil. Pienso en que podre hacer en este lugar desconocido, no se nada, no conozco nada, empiezo a sentir nervios, mi frente empieza a sudar, trato de no llorar pero todo es estresante, los carros pitan, las gente te empuja. Me tiro en el suelo, la gente apenas se da cuenta de mi existencia; saco un paquete de galletas de mi mochila y la meto una por una en mi boca hasta parecer una cerda.
Es una ciudad muy grande por lo que contaban las monjas, seguro tiene que tener una central de autobuses, esperanzada de encontrar mi única opción me levanto a buscar un taxi.. nada, sigo buscando y al parecer encuentro uno desde lo lejos, no se como llamarlo, pero recuerdo la escena de las películas, extiendes el brazo de manera que ellos te vean y sirve por que el taxi se para a un lado mio.
- Vienes tu sola? - Pregunta el taxista
Miro alrededor sarcásticamente y le digo:
Si. Vengo yo sola
- Sube
Subo al taxi y me dice:
- A donde señorita?
- A la central de autobuses
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El taxi avanza con rapidez y cuando me empiezo a acostumbrar al ambiente el taxista me dice:
- A donde iras?
- Que le importa - le digo sin molestarme
Noto que hace mala cara la escuchar mi comentario.
- Siempre pasa... llegas con la intención de ser amable con tu cliente y te contestan mal. Suelo acostumbrarme..- Dice el taxista
- Yo lo siento, no quería ser grosera
- Si claro.
Parece estresado, sus ojos tienen grandes bolsas, su cara parece cada vez mas aburrida, empieza a tener problemas de calvicie sin mencionar que esta obeso
- Llegamos; son $50 pesos
Le doy el dinero y salgo del auto diciendo gracias. Me paro afuera de la central con un aspecto muy viejo, las letras están apunto de caerse, las paredes se vuelven amarillas de lo viejo que están y afuera del establecimiento hay vagabundos. Sin mas que esperar entro a la central, hace frió adentro gracias a la calefacción que seguro tiene unos 20 años. Recorro el pasillo y llego a una grande sala con varias empresas de autobuses. Me dirijo a la mas confiable
- Que horarios tiene a Guanajuato? - le digo
- A las 2:00 tengo uno
- Que cuesta?
- $150
- Deme ese - le digo
- Lo siento, a ti no te puedo vender. Tiene que venir tu madre o tu padre.
- Lo entiendo gracias- le digo con una sonrisa fingida en los labios y me voy
<< No tengo padre ni madre>> pienso, me tiro en una banca reflexionando sobre el que hacer, no puedo caminar hasta Guanajuato, tampoco puedo pedir que me lleven. Me arriesgo a muchas cosas..
- Hola
Me sobresalto al ver dos chicos frente a mi.
- Nosotros vamos a Guanajuato.. Necesitas ayuda ¿no? te escuche hablando con aquel hombre- dice uno de los chicos
- No. Es decir, si! solo que no los conozco..
- Yo soy Alan- dice un chico alto, con los cachetes sonrojados , unos 23 años y piel pálida
- Yo soy Mike
Mike es un poco gordo, de baja estatura, cabello negro, y para no mentir un poco atractivo
- No estoy segura..
- Bueno; fue un gusto hablar contigo..- dice Mike dándose la vuelta
- No.. esperen.. si voy!- digo siguiéndolos pero al momento de que ellos voltean me caigo en el suelo a causa de mis agujetas. Mike y Alan se quieren reír, pero son educados y solo esbozan una sonrisa burlona. Me levanto enseguida sin gesto alguno en mi rostro, aunque no me molestaría si se ríen, me vi muy estúpida.
- Y quien ira contigo?
- Como que quien ira? a que te refieres?- le digo un poco confusa
- Que quien te va acompañar, con quien vas- dice Alan poniendo los ojos en blanco
- Iré yo sola..
- Okey, okey, te cuesta $250 pesos, necesitamos para la gasolina- dice Mike
-Y para los cigarrillos- le recuerda Alan
Saco el dinero disimuladamente de mi mochila y se lo entrego.