Parte 2: El escape.

63 4 8
                                    

Me despierto y me levanto sin hacer ruido alguno. Tomo toda mi ropa, mis pertenecías, la cajita café, todo lo guardo en una bolsa de plástico y salgo de puntillas de los dormitorios. Sofia esta profundamente dormida en la cama, me regreso y le doy un abrazo. Salgo del dormitorio con una chamarra muy gruesa de segunda. 

La oficina de la madre Teresa esta ubicada en el corredor, siempre la deja abierta por que ahí duerme. Entro en una pequeña oficina donde están los archivos y donde llegan los padres, al fondo esta su oficina. Abro la puerta y un pequeño rechino suena en la habitación. La madre Teresa esta recostada en una silla con los pies en la mesa, saco de la bolsa mi pequeña lampara desechables e inspecciono la habitación. 

Las llaves están en su bolsa, acerco mi mano a su bolsillo, al momento ella se sobresalta, yo alarmada me tiro en el suelo pero parece olvidarlo. Me acerco nuevamente y saco las llaves es un par con cinco llaves, y, trato de abrir el primer cajón, no abre, intento con la segunda llave, no abre tampoco me empiezo a sentir nerviosa, intento con la tercera y la llave entra instantáneamente, pero no hay suerte es un cajón con lapices, hojas, borradores, etc, el segundo cajón es mas grande, lo abro y me lleva una sorpresa al ver que hay grandes fajos de dinero, el cajón esta repleto de billetes, me siento mal al tomar uno que dice $2000 pesos, lo llevo a mi bolsillo y cierro el cajón. 

Hay un ropero lleno de ropa que ni si quiera usa, cajas grandes con etiquetas que dicen "ropa para caridad" me llena de rabia el saber que la guarda para no dárnosla, fijo mi mirada en una hermosa mochila negra la tomo no sin antes verificar que la madre Teresa siga dormida, salgo de la habitación con un gran alivio en el pecho.  

Me dirijo corriendo al árbol que esta cerca de la casa de Martín. Y lo veo todo, lo veo por ultima vez, los juegos, el pasillo, la iglesia, el lago, siento nostalgia por aquel lugar. 

Al momento de darme la vuelta Sofia llega corriendo:

- Ana, espera.. nos vemos pronto. 

- Te extrañare- le digo con un brillo en los ojos- vamos! dame un abrazo. 

Sofia se acerca a mi y me abraza muy fuerte. 

- Suerte- dice Sofia al borde de las lagrimas. 

Al momento de despegarnos Sofia me da un beso en la boca, me toma la cara para que no la suelte, yo la aviento y me limpio los labios viéndola con una mirada fulminante, me siento mal.

Corro al árbol y me trepo tan rápido como puedo en el, llego hasta la punta y me aviento. Me quedo tirada un momento reflexionando: ¿por que me beso? las chicas no se besan, ¿acaso le gusto a Sofia? ¿por que nunca me lo dijo? Tan solo pienso en que seria extraño volvernos a ver, Sofia no se aguantaría la pena; la conozco.

Me levanto del suelo y camino por una calle oscura con hermosas casas muy viejas, arboles grandes y sus hermosas hojas adornan las calles. Después de caminar unos 10 minutos llego a un grande boulevard donde pasan muchos carros, hay muchos locales cruzando, incluida una plaza y un puente muy grande. El reloj de una zapateria indica que son las 5:40 am por lo que me quede dormida mucho tiempo en el orfanato. Empieza a hacer frió saco una sudadera y me la pongo junto con la chamarra que ya tenia puesta. 

Me siento en el piso y recuerdo la carta de mi madre, su fina letra y su perfecta ortografía, es de Monterrey,  queda muy lejos de morelia por lo que se, tendré que viajar mucho para llegar a ella.. y no pienso rendir, como decía antes, lo dejare todo por ella, Sofia, Connie, la madre Flor, la comida, mi cama, mis libros..sin duda alguna extrañare ese lugar.



Las crónicas de una huérfana. Concurso #WeareWorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora