Los días transcurrían en el orfanato, yo solo espero el sábado y el domingo, los únicos dias donde no vamos a la escuela. Mi día consiste en estar en la biblioteca del orfanato, leyendo libro tras libro. Sofia llego por mi a la biblioteca, se que quiere jugar por que su expresion es aburrida y lleva a su segunda mejor amiga arrastrando: la cuerda de saltar.
-¡Ana, estoy aburrida!
-¿Ya viste el pastel que trajo la madre Flor? si no es asi ve a verlo, ¡que esperas!
Ciertamente quería que Sofia se fuera, su presencia me aburre y me desconcentra
-Si ya lo vi, hasta me dio una rebanada, esta de-li-ci-oso - dice Sofia- deberías ir a probarlo.
- Si Sofia... lo hare.. luego..
- ¿Quieres jugar?- Me pregunta Sofia con una sonrisa de oreja a oreja-
No me gusta jugar con Sofia, la ultima vez que jugué con ella nos castigaron por arrojarle una bola de barro a la madre Teresa, ella estaba de espaldas, la bola de barro le cayo en el cabello, ella volteo con una mirada fulminante y su gran trasero. Nos apunto con dos dedos y dijo:
-Ustedes dos vengan acá.
Ese día tuvimos que lavar los baños, y el peor castigo: su baño. Era un baño pequeño olía muy mal, había pelos por doquier, el espejo estaba manchado. La peor parte fue la taza, estaba muy sucia.
Al salir del castigo fui corriendo a vomitar a los baños del dormitorio.
Son las 6:00 de la tarde, la madre María se pasea por los pasillos con su campana, es la hora de misa y lo pies de las niñas pequeñas tratan de seguir su paso. La madre María camina rápido con mucha seguridad, segura de si.
En la iglesia formo parte del coro del orfanato, me gusta mucho solo por una razón: Al final nos dan chocolate caliente y galletas de naranja, el vestuario es aburrido, solo cantamos canciones sobre "acercarnos al señor". Después de misa es hora de irnos a acostarse. todos los dias las sabanas y cobijas están limpias, también nos espera nuestra pijama perfectamente doblada en la cama, un vestido blanco de tirante, resamos y pedimos por la salud de nuestras compañeras enfermas y también por las que ya no nos acompañan, pedimos por el hambre mundial y todas esas cosas que ignoramos de pequeñas, donde solo nos importan nuestras muñecas, el sabor de los helados y la ropa linda. Es hora donde me doy cuenta de algo.. estoy madurando.
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Las crónicas de una huérfana. Concurso #WeareWorld
AventuraAna millan es una de las huérfanas del orfanato para niñas "san hermion", dirigido por algunas monjas agradables, otras no tan agradables. Su vida en el orfanato es tranquila al lado de su amiga Sofia, la cual la acompaña en todo momento. La e...