Capitulo 12: Mágica ciudad.

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Me bajo de la camioneta despidiéndome de Alan y Mike. Guanajuato parece un lugar lleno de gente por lo que no me da miedo caminar sola. Las calles son hermosas, las casas coloridas, los faros de luz adornan la ciudad cual joya.

Camino hasta llegar a una amplia plaza con una hermosa basílica amarilla.. hay mucho bares, cafeterías, niños corriendo, gente cantando; me empieza a gustar ese ambiente, por primera vez en mucho tiempo me empiezo a sentir feliz, mi estomago rouge, el hambre me atormenta y no se donde comer, sin esperanza alguna me siento en una banca viendo pasar a la gente y niños paseando y riendo con sus madres... siento celos al verlos tan felices. Llama mi atencion un restaurante que queda al fondo de la iglesia, me encamino al pequeño restaurante. Al entrar una humilde señora me dirije la mirada y me dice: 

- Buenas noches mija.. que te vamos a servir?

- Que tiene?

- Tenemos quesadillas, tacos, tortas, huaraches, guisados, postres

- Me da 4 tacos campechanos - le digo 

Un día comimos eso en el orfanato, la madre Maria decidió que deberíamos probarlos, hasta entonces es la mejor comida que he probado antes

- Aquí tiene mija - dice la cocinera al entregarme los tacos

- Gracias

Doy el primer mordisco y siento un placer, sin mencionar el hambre.. es por eso que a los 10 minutos doy por terminado mi banquete que consto de 4 tacos, 1 refresco, 1 flan y una rebanada de pastel. 

Salgo de la tienda satisfecha, me doy cuenta que ya no tengo nada que hacer, conocer la ciudad no: pues es muy tarde.. necesito un lugar donde dormir.. alguien me ayudara << esta ciudad nunca duerme >> recuerdo. 

Camino por un hermoso y estrecho callejón hasta llegar a una calle iluminada, con hermosas casas antiguas, balcones con hermosas flores, nunca he visto nada mas hermoso. Mis oídos se paralizan al escuchar una hermosa melodía proveniente de varias calles arriba. Sin resistirme a aquella hermosa música mis pies obligan a seguir la música, cada paso lo disfruto mas, con cada paso me olvido de todo.. solo es la música en lo que pienso, mis pies bailan siguiendo la música hasta llegar a el punto; hay un hombre parado en medio de la calle tocando el saxofón, sus pies bailan al ritmo de la música, yo no me resisto y bailo lentamente en la calle, la música termina. Lo que parece una ciudad que nunca duerme me dice todo lo contrario. Aplaudo entusiasmada y al momento que el extraño músico se da cuenta que no hay nadie inclina su boina en señal de agradecimiento. 

- Gracias señorita

- Tocas hermoso!

- Es muy alargador eso - me responde el músico

Noto que empieza a guardar su instrumento es un estuche dispuesto a irse

- A donde va - le pregunto 

- A casa. Es muy tarde, ademas nadie me escucha

- Yo te estaba escuchando

- Perdón pero me tengo que ir

Sin mas que decir el músico se da la vuelta, yo me quedo plantada pero recuerdo que ya nadie me ayudara y le digo: 

- Espere, no tengo donde pasar la noche

- Ese no es mi problema

- Ayude por favor, necesito ayuda, lleveme a un hotel

- Lo siento no creo poder - me dice

- Por favor... ayúdeme

- Esta bien tengo un plan.. ¿prometes seguirlo?

- Lo prometo - le digo decidida 

- Esta bien, tienes que fingir que yo soy tu padre, tu eres mi hija, yo te ayudare ¿ok?

- Esta bien 

- Ven conmigo - dice con fastidio 




Las crónicas de una huérfana. Concurso #WeareWorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora