Capitulo 14: Departamento numero 5.

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Los rayos del sol penetran las cortinas blancas. Abro mis ojos poco a poco, me resulta extraño despertar en otro lugar que no sea el orfanato, resulta extraño no escuchar la voz de la madre Maria.. resulta extraño no ver las grandes ojeras de Sofia cada mañana. Me levanto de la cama, me pongo unos pantalones vaqueros, una playera y una sudadera gris, a continuación lavo mis dientes con tan solo agua ya que olvide pasta de dientes. Me peino y lavo mi cara, tomo mi mochila y salgo de habitación de puntillas , el largo pasillo esta solitario, bajo las escaleras para llegar a la recepción. 

La recepción esta solitaria, dejo las llaves en el mostrador y salgo sin dejar rastro alguno; por lo menos no mio. Al cruzar la puerta me encuentro con un clima perfecto, soleado: el cielo despejado y un cálido y refrescante viento, mi reloj indica que son las 11:00 tengo que desayunar. Camino por un largo camino de piedra, doblo a la derecha y bajo tres calles desiertas, en una pequeña calle hay un restaurante, se ve agradable, entro y le pido a la mesera una orden de "enchiladas mineras". Al llegar mi orden dejo el plato limpio en un instante, pago 85 y 10 de propina y salgo del restaurante. Tengo que llegar a San Luis, pero.. no se como: puedo pedir un taxi a la central, pero.. y si no me venden boletos? Rechazo mi propuesta, puedo pedir que alguien me lleve pero donde lo hare en una ciudad tan grande? si pregunto donde: no sabre llegar. 

Camino rendida por la calle sin pensamiento alguno. <<Nunca debí hacer este viaje>> Pienso. Quiero ir a casa, me prometí a mi misma que no descanzaria hasta encontrarla, y si esta muerta.. y si no vive en el mismo lugar.. y si no me acepta, mas sin embargo si regreso me castigara la madre Teresa. Los nervios invaden mi cuerpo de manera asfixiante, mis ojos se empiezan a llenar de lagrimas, lagrimas de deseperacion, trato de detenerlas pero caen por mis rostro, empiezo a correr sin saber a donde iré, corro mientras lloro desconsoladamente. Pensamientos invaden en mi mente y dejo de correr hasta que me golpeo el hombro con una señora, siento un grande dolor en mi hombro pero lo aguanto, al mirar atrás me di cuenta que tire a la misteriosa señora.

- Perdón, perdón, perdón, perdón.. no fue mi intención 

Ella me dirige una mirada asesina y me dice:

-Hay chiquilla mensa! ten cuidado, ¡Que no ves que ya estoy grande!.-  ¿estuviste llorando?- dice al ver mi cara roja

- Estoy perdida

- Perdida? Yo te ayudo! Dime: ¿cual es tu nombre?

- Ana - le contesto

- ¿Donde vives? ¿Si lo sabes?

- Vivo en morelia

- Hay mija - dice esta con una mirada de lastima - estas muy lejos de tu casa

- Eso lo se.. vengo de un orfanato, pero por favor no me lleve ahí otra vez

- ¿Por que te escapaste? - Me pregunta

- Busco a mi madre - Le contesto

- ¿Ella es de por aquí?

- No. Es de Monterrey. No se como llegar. 

- Muy lejos...... te llevare conmigo.. si lo aceptas? - Dice la señora 

- Si - le contesto rápidamente

- Ven, vamos vivo en un pequeño departamento

Y su voz se desvanece lentamente en mi mente. Simplemente la sigo. 





Las crónicas de una huérfana. Concurso #WeareWorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora