Capitulo 13: Oscuras y frías calles

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Caminamos en silencio por una solitaria calle de aspecto terrorífico. Aburrida le digo:

- ¿Como te llamas?

- Oscar  

- ¿Tienes familia?

- Si, la tengo

- Oh, que interesante, y, en que trabajas

- Soy músico - dice mientras trata de prender un cigarrillo

- Yo me llamo Ana y me gusta que.. 

- Podrías callarte - me dice Oscar con una mirada amenazadora - suficiente tengo con los gritos de mi esposa cada noche...- si te ayudo es por amabilidad - me dice tras un rato de silencio

- ¿Por que te grita? - le pregunto

- Por que no llevo dinero, tenemos un hijo, el esta enfermo

- Debe ser muy fuerte para ustedes 

- Lo es - dice Oscar caminando y aspirando su cigarro

Oscar es alto, con el cabello largo.. grandes bolsas en los ojos, ojos negros como la noche y labios secos.

Me quedo muda mientras caminamos por una oscura y fría calle; Sigo su paso hasta llegar a  una larga e iluminada calle.

- Allí es - dice Oscar apuntando un antiguo edificio de aspecto decente

Me toma de los hombros antes de entrar al hotel

- Tu te quedaras sola.. yo no me hare a cargo de lo demás.. ¿estas de acuerdo?

- De acuerdo - le respondo a Oscar

Seguido esto entramos al hotel, la recepcionista nos dirige una mirada y dice:

- Buenas noches

- Buenas noches, deseamos una habitación para mi hija y yo 

- ¿Cuenta con reservacion?

 - No

- Tenemos una habitación simple, solo la tendría que desocupar mañana a las 3:00 

- Deme esa - dice oscar sin esperar mi opinión

- Son $750 ¿lo molestaría con una identificación y su firma?

- Hija, dame el dinero que te di, por favor

- ¿Que dinero? ¿hija? - le digo confusa

Oscar me hace una mueca con los dientes, entonces lo recuerdo soy su "hija" y pagara con mi dinero

- Oh si perdón p- papa ¿cuanto?

- $750, hija

Le entrego el dinero, seguido esto el se lo entrega a la recepcionista

- Podría firmar aquí - dice apuntando un apartado con su dedo 

- Claro 

- Bueno; esta es su habitación y el control por si quieren ver televisión, que tengan buena noche

- Igualmente.  Vamos hija, ha sido un largo día

Lo sigo por un largo pasillo y paramos hasta encontrar mi habitación:

- Aquí es - dice el músico

Abre la puerta de la habitación y mis ojos se iluminan al ver tan hermosa cuarto 

- ¿Donde comeré?

- En un restaurante

- Ya te vas? - le pregunto

- Si, como te digo: es muy tarde. Fue un placer ayudarte

- Vamos.. quédate, veremos tele, si quieres, puedes invitar a tu esposa y a tu hijo

Oscar se ríe al escuchar mi propuesta, no entiendo de que

No, muchas gracias, que duermas bien.. Ana??

- Si, Ana, gracias por todo

Cierro la puerta y decido que debo tomar un baño, me desvisto, prendo el agua y al salirme me pongo una pijama, como de costumbre rezo un rosario y me envuelvo en las cobijas, es la primera vez que duermo con la televisión prendida.









Las crónicas de una huérfana. Concurso #WeareWorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora