Capitulo 7: Mamá

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Hoy es mi cumpleaños numero 13, nadie lo sabe mas que Sofia, Connie y las monjas. Para las chicas del orfanato es un día normal, y lo mejor es sábado y tengo el día de libre. Al momento que tomo mi uniforme Sofia me toma por sorpresa de la cintura y me abraza. 

- ¡Feliz cumpleaños! - me da una carta

- Oh gracias Sofia- la veo a los ojos- gracias por acordarte

- Tiene chocolates adentro- dice Sofia un poco sonrojada

Abro la carta y hay tres chocolates, 1 carta y una fotografía, somos Sofia, Martín y yo. Seguro la robo del cuadro de recuerdos. Me tapo la boca y no puedo evitar sentir nostalgia al ver la forzada sonrisa de Martín pese a estar horas bajo el sol ese día acepto tomarse una foto con nosotras.

Salgo del dormitorio rápidamente y al cruzar la puerta Connie me dice: 

- Feliz cumpleaños, feliz cumpleaños, feliz cumpleaños- dice Connie repetidamente con la mirada perdida, seguido eso me entrega una caja de zapatos y sale corriendo 

- Gracias Connie- le grito preocupada desde la multitud

Me siento en una de las bancas del corredor y abro la caja - una rata-. una rata muerta muerta posa sobre la caja. ¿por que Connie me regalaría algo asi? 

Tiro la caja en la basura aun molesta por el "regalo" de Connie, y, salgo corriendo al comedor. Sofia esta sentada junto a una niña de primero ya desayunando, tomo mi bandeja de desayuno, doña Bety esta bailando salsa alegremente en la cocina. Hay avena, pan tostado y jugo de naranja. Sin tomarme importancia doña bety me sirve - Siguiente- dice doña Bety. 

Tomo mi asiento y como mi desayuno, al terminar descanso mi cara sobre la mesa y llega la madre Flor. 

- ¡Ana, Feliz cumpleaños hija!- dice la madre Flor con una sonrisa

- Gracias- le respondo cortante 

- Pero que tienes Ana? 

- Extraño a Martín- le digo viéndola a los ojos

- Hay ana, te tengo una sorpresa muy importante, se supone que no debería hacer, pero.. creo que lo necesitas- saca una carta amarillenta de su bolsa- toma es de tu mama, ella pidió que te la diéramos hasta los 18 años.  

Tomo la carta cuidadosamente sobre esa persona llamada "mama".

Querida ana:

   La vida está llena de sorpresas, tú eres una de ellas, llegaste a mi vida como una de las cosas más fascinantes en mi triste vida.


Te debes estar planteando muchas preguntas al recibir esta vieja carta. Tal vez no quieras saber nada de mí... No quería que sufrieras, no como lo hice yo. Yo era una prostituta, una prostituta que te tuvo en su vientre durante 9 meses, 9 meses en los que sufrí tanto como yo, como tú.

Sin embargo, ciento un inmenso cariño por ti. Te amo Ana, y te amare siempre, no pude verte crecer ni ver tu radiante sonrisa, ni lo hare, solo quiero que creas en el amor que te tengo, en el cariño de la gente de tu alrededor, quiero que seas muy feliz, que formes una familia y que conozcas la mejor vida, no como yo lo hice.

No averigües quien soy, tengo miedo. Sé que estas molesta por que te deje, pero lo hice por amor. Te amo tanto. La vida es muy difícil, pero estoy segura que no para ti mi pequeña.

Ariadna millan. 

calle: Condesa 

colonia: Hacienda de en-medio

#95

Monterrey, México.

Tomo la carta en mis manos y doblo la carta al ver a la madre Flor, mis ojos se humedecen y las lagrimas caen en mi rostro lentamente, y, simplemente no puedo creer que mi madre escribió eso. 

- Ella te ama Ana- dice la madre Flor

Se levanta y antes de irse me dice: 

Eres muy especial Ana- y la veo alejarse 

Abrazo la carta, inmensa tristeza y nostalgia recoje la carta.



Las crónicas de una huérfana. Concurso #WeareWorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora