15 - Entre Paredes Silenciosas

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- Soy un inútil. Demonios, no sirvo para nada, ¡para absolutamente nada joder! Que impotencia... - las lágrimas corrían por sus mejillas y su pecho ardía, causa de haber gritado en la cara de su novio cosas que él sabía que no eran ciertas, y no tenía idea de dónde habían salido, su mente aún vagaba en la expresión que su pequeño tenía cuando dijo aquellas horribles palabras por las cuales había estado llorando y golpeando cosas al azar maldiciendo a todo lo que pudiese en ese momento. - mierda mierda mierda ¡MIERDA! - tiró todas las cosas que se encontraban por encima de su mesa, su garganta dolía y el aire no pasaba hasta sus pulmones, sus ojos estaban totalmente rojos e hinchados, sus manos estaban destrozadas en la parte de los nudillos, era un total y completo desastre. - eres todo lo que me importa y aún así siempre termino lastimándote, vaya mierda que soy - apoyó su espalda en la pared dejándose caer hasta el suelo alfombrado de un color azul oscuro, al sentarse en la fría alfombra llena de polvo y olor a humedad pudo sentir que algunos pequeños trozos de vidrio se clavaron en sus piernas, no se inmutó ni un poco, se quedó inmóvil en su lugar con la cabeza apoyada en la pared y sus manos colocadas cada una a un lado distinto de su cuerpo, las lágrimas cayendo desde sus ojos hasta el suelo marcando su camiseta color gris con aún más evidencia de que había estado llorando - soy un inútil bebé, perdóname... - se dejó llorar dentro de aquella habitación tan oscura y silenciosa que tanto detestaba.

Ding dong.

Ignoró el sonido tan molesto que venía del piso de abajo y apretó sus párpados rogándole a dios que aquel sonido cesara, pasaron unos cuantos segundos en los que la horrible casa quedó en total silencio haciendo que el chico quedase aliviado, volvió a apoyar su cabeza en la pared y trató de normalizar su respiración sin tener éxito alguno.

Toc toc toc toc.

Abrió rápidamente sus ojos y se levantó de donde se encontraba mirando directo a la puerta de su habitación, un poster de Haikiu se posaba en esta, que era de madera y su madre y él la habían pintado de blanco cuando apenas tenía cinco años y era un niño feliz, en una casa alegre y una familia amable y con gracia, cuando todo tenía sentido y era como debía ser. Pero no era momento de indagar en su pasado, había alguien en su casa, frente a su puerta insistiendo en que abriera, sintió su cabeza latir ante la desesperación de no tener ni la más mínima idea de qué hacer, ¿debía abrir la puerta con el riesgo de que algo malo pasara? ¿Debía esperar a que se fuera? ¿Qué haría si la persona abría la puerta? ¿La golpearía? ¿Debía gritar o correr, o ambas cosas? ¿Qué pasaba si abría la puerta y no pasaba nada, si todo fue producto de su imaginación? Las preguntas corrían en su mente tan fluidas como una cascada, encapsulando al chico en su mundo al punto que no notó el momento en que el otro chico abrió la puerta y entró a la habitación corriendo, se acercó de inmediato a él y lo abrazó dejándolo totalmente pasmado.

- Qu-

- Amor, por favor, solo cállate - susurró el pelinegro con su rostro escondido en el hueco de su cuello y con la voz cansada - no dejas de decir estupideces así que solo cállate.

- Bebé - susurró el chico un poco dolido ante aquello, con sus ojos abiertos de par en par y su corazón latiendo a mil de nerviosismo - ¿por qué?

- Porque te amo Kim TaeHyung, te amo y sé lo mal que la estás pasando, porque te amo y no importa lo que pase aquí estaré, amándote hasta el fin de los tiempos, sin importar lo que pase - las palabras que empezaron a salir como exclamaciones iban siendo cada vez más suaves, terminando en un susurro apenas audible - así que por favor, cállate y abrázame.

El mayor no pudo evitar soltar un pequeño sollozo mientras envolvía al chico entre sus brazos, sin darse cuenta del todo comenzó a sollozar en los brazos de su novio mientras ambos iban cayendo poco a poco hasta llegar al suelo, el pelinegro soltó a TaeHyung para poder envolverlo en sus brazos, Tae comenzó a sollozar más fuerte aún, mientras su mente vagaba en infinitos espacios, tratando de entender porqué era así, tratando de entender porqué hacía sufrir tanto a una persona así, a una persona tan maravillosa, tan especial, tan única, tratando de comprender porqué demonios no podía hacer feliz a la persona que más amaba y más le importaba en este mundo, Jeon JungKook.

***
LO SIENTO POR AUSENTARME TANTO PERO TENGO JUSTIFICACIÓN LO JURO

No me sentía muy bien y además no tenía una idea de qué demonios escribir, me sentaba frente al computador y escribía DOS palabras y me frustraba y me sentía aúnpeor por no poder ni siquiera escribir algo.

PERO YA PASÓ Y I'M BACK BITCHES *inserte la canción de ChaeLin (CL) *

Ahre

Además, tengo una dudita, es que, se me ocurrió una escena un poco... Ya saben, pues ehm, lemon, y no sé si ustedes quisieran leer algo así escrito por mua así que no sé qué hacer :c ayudenme plis

Gracias por leer mi historia aunque tarde mil años en actualizar 😭😭😭💕

Los ama, D-Girl

時 (When?) • V.K.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora