PETER
—¿Papá? — preguntó Peter en voz baja tocando con sus nudillos la puerta entreabierta de la habitación de sus padres.
Ahora solo de papá Tony.
Al no recibir respuesta, la empujó ligeramente con la yema de sus dedos solo para terminar de abrirla y encontrar la habitación vacía. Ingresó con calma y se aproximó a la puerta que conducía al baño.
—Papá ¿estás aquí?
Tampoco obtuvo respuesta ni observó movimiento, suspiró pesadamente y salió de la habitación cerrando la puerta tras de sí.
—F.R.I.D.A.Y ¿Dónde está mi papá?
—En su taller, joven Peter— escuchó responder a la voz robotizada.
—¿De nuevo? — dijo para sí mismo, bufó y bajó corriendo las escaleras hasta llegar al taller de su padre.
Desde el enfrentamiento de los Vengadores y la partida de papá Steve, Tony casi no salía de ahí, ni comía, ni dormía, ni procuraba mucho su aseo personal, y cuando lo hacía era porque Peter insistía.
El genio se excusaba con que estaba haciendo algunas prótesis mejoradas para Rhodes, y quizá solo por eso, Peter dejaba de insistir tanto para que saliera del taller, comiera o durmiera.
Quizá también porque el chico estaba tan afectado como el mayor, y a veces, él mismo necesitaba su espacio para llorar a solas.Se detuvo en la puerta del taller. Cuando estaba a punto de abrir y entrar observó a su papá concentrado en el escudo del capitán. Lo estaba reparando.
Vio también como derramaba algunas lágrimas y las limpiaba enseguida. Aquello le estrujó el corazón. Cerró los ojos con fuerza y detuvo las lágrimas que querían escapar de sus ojos. Volvió a mirar a su padre, acercó su mano hasta el cristal de la puerta dispuesto a abrirla, pero se detuvo, y soltando un suspiro se apartó para volver rápidamente a la planta de arriba.
Como quería regresar y darle un abrazo, como deseaba entrar y decirle que todo estaría bien, que las cosas se arreglarían, que quizá solo era una pesadilla y que ese mal rato pasaría.
Pero él tampoco estaba seguro de que eso sucedería ¿cierto?
Y también deseaba con todas sus fuerzas que alguien fuera, lo abrazara y le dijera que todo estaría bien, que las cosas al final siempre se solucionan. Que no debía preocuparse más. Que él no tenía la culpa de la pelea entre sus padres, de la separación de los vengadores, de la muerte de Pietro... de la muerte de Gwen. Que nada de eso era su culpa.Fue hasta su habitación y se encerró ahí por horas, de nuevo.
No es que Peter estuviera bien luego de la muerte de la chica que consideraba el amor de su vida, no es que se hubiese recuperado del todo por su pérdida, y mucho menos cuando aún se culpaba de ello.
Sí, es cierto que mejoró en algún tiempo, algunos meses atrás, cuando salió de la cama, se arregló y fue a pasear por ahí con Harry.
Pero, tampoco es como si los constantes conflictos entre sus padres le hubiesen ayudado, por semanas los escuchaba discutir, aunque estos creían que no se daba cuenta. Por semanas se preguntó cuál era la razón de sus constantes disgustos y si él tenía algo que ver. Hasta que se enteró de la firma de los Acuerdos de Sokovia y la situación palpable entre sus dos héroes.
Tanto sus padres como su psicólogo Richard, le pidieron mantenerse al margen, pero no podía simplemente ignorar la situación mientras veía la relación de sus padres cada vez más deteriorada. Así que tomó cartas en el asunto, intentó hablar con ambos, juntos y por separado, convencerlos de llegar a un común acuerdo, pedirles e incluso suplicarles que no hicieran algo de lo que se pudieran arrepentir. Lo intentó todo, pero nada dio resultado.
Finalmente no tuvo alternativa... se puso de lado de papá Tony. ¿La razón? Papá Steve estaba defendiendo además de sus principios, a su amigo Bucky. Lo estaba poniendo por encima de Tony, ¡y por encima de él! De su hijo... de su pequeño niño.
Tampoco iba a negar que le dolía cada parte de su ser al verse peleando contra algunos vengadores, contra su familia... y contra su propio padre, su ejemplo, su héroe, su ídolo, su capitán.
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®Waiting For You | Spideypool Soulmate AU©
Fanfiction¿Qué harías tú si tuvieras un contador que te dice los días que faltan para reunirte con tu alma gemela? Con aquella persona que estará contigo para siempre. ¿Qué harías si cada vez que miraras tu muñeca encontrarás ahí una especie de cronómetro en...