®Waiting For You | Spideypool Soulmate AU©

"Un vacío, que se está llenando contigo"

[Canción de multimedia: Because it's you – ASTRO... esta canción es bastante especial para mí, me la dedicó mi mejor amiga y yo realmente la adoré, creo que la letra va perfecto con el capítulo, en verdad se las recomiendo mucho, es bastante linda.]

PETER

A partir de ese día, Peter comenzó a ir a dormir a casa de Wade más seguido, y entonces el tiempo que pasaban juntos parecía haberse duplicado. Por las mañanas Peter estaba en el complejo y tomaba el desayuno junto a la que consideraba su familia, al medio día Wade pasaba a buscarlo e iban juntos a algún lado a pasar el tiempo, hasta que se llegaba la hora de la comida y Peter tenía que regresar al complejo para comer con los vengadores, solía invitar a Wade, pero el mayor casi siempre se negaba. Cuando la noche comenzaba a caer, de nuevo el mercenario iba a buscarlo para ir a su casa, a veces salían por ahí a cenar chimichangas, o pedían algo a domicilio, y finalmente a la hora de dormir, terminaban en la misma cama.

Un día, Peter se arreglaba frente al espejo de cuerpo completo que tenía en su habitación, talló su abrigo café con sus manos para asegurarse de eliminar cualquier arruga que pudiera tener, y echó un último vistazo a su cabello, salió cerrando la puerta, y avisó a Rhodey -quien estaba en la sala-, que llegaría más tarde.

Tomó su vieja motocicleta y se dirigió despacio hasta un puesto de flores que él ya conocía bien. Bajó luego de dejar estacionada la moto para encaminarse al interior, sonrió, saludó amable a la vendedora y compró dos docenas de las mejores rosas rojas que había en el lugar. Volvió a la motocicleta y continuó su marcha.

Finalmente se detuvo frente al cementerio. Bajó de nuevo, estacionó su moto y tomó con cuidado las rosas. Ingresó, caminando a paso tranquilo, cruzando por cada lápida y observando a su alrededor, un suspiro escapó de sus labios.

Llegó hasta la lápida que tenía grabado el nombre de Gwen Stacy, y sonrió suavemente, le tomó algunos segundos sentarse sobre el césped y dejó las rosas en los pequeñas construcciones frente a la lápida, aquellas que parecían floreros, las acomodó con cuidado hasta que estuvieron perfectamente derechas, eran preciosas, brillantes, enormes, suaves, acarició un pétalo y luego retiró sus manos.

—Hola mi dulce Gwen— saludó con una pequeña sonrisa —ha pasado un largo tiempo—. Dejó escapar aire de sus pulmones, observó un poco a su alrededor y continuó volviendo su mirada al frente —han pasado varias cosas, hace poco fui a ver a papá Steve, y no me fue muy bien— mordió su labio inferior y bajó un poco la mirada hacia el césped en el que estaba sentado, lo jugó con sus dedos un momento y luego volvió a levantar la vista —ya sabes, tú conociste a mis padres, ellos tienen... tenían su carácter y bueno, papá Steve prácticamente me prohibió volver a ese lugar y yo no puedo desafiarlo a él, es decir ¿quién podría?— hizo una mueca parecida a una sonrisa y sacudió su mano contra su pantalón para quitar la tierra —bueno, yo aún creo que es injusto y sigo buscando la forma de poder regresar y que el estúpido Ross me deje entrar, incluso Wade se ha ofrecido a ayudarme, ya sabes, con sus métodos poco civilizados— sonrió ligeramente y encogió un poco sus rodillas, casi tocando su pecho con ellas, colocó sus brazos sobre las mismas y así puso su barbilla sobre sus brazos —Wade es todo un caso, él siempre está haciendo locuras e insultando gente, pero así es él y no me molesta, creo que me gusta su personalidad, además, ahora me trata bien y es amable, no es el Deadpool que conocí hace algunos meses, este es el verdadero Wade— suspiró, sin borrar su pequeña sonrisa y miró hacia algún lugar en los pequeños árboles que había a algunos metros de distancia a su izquierda, cuyas hojas se movían suavemente cada que el viento las golpeaba —yo... ahora me siento distinto, quiero decir, él me agrada, ya no deseo que sea alguien más mi alma gemela, como en un principio ¿recuerdas?— se giró a la lápida y sonrió —estoy contento y me siento bien de que sea él, no podría pedir a nadie más—, bajó la mirada y comenzó a patear un poco de tierra con uno de sus pies, respiró profundo y se tomó su tiempo para soltar el aire —yo... sé que tú estarías feliz por mí—relamió sus labios y volvió a levantar la vista —y, yo... hace algún tiempo que pienso en alguien más— hizo una pausa por algunos segundos —ahora pienso en él— suspiró y sonrió ligeramente —está bien ¿no es así? Él me cuida y se preocupa por mí... Y yo lo quiero. Me siento bien cuando estoy con él, me siento seguro— bajó su mirada de nuevo hacia sus pies —yo... sé que tú me has perdonado por lo que pasó ese día, tú sabes que yo habría dado mi vida por la tuya, sabes cuánto te amaba— enfocó sus ojos sobre el nombre tallado en aquella lápida, sintió como sus ojos comenzaban a empañarse un poco, pero sonrió —y quiero agradecerte por toda la felicidad, el amor y el apoyo incondicional que me diste siempre, realmente, fuiste la persona más importante de mi vida en aquel tiempo y siempre vas a ser importante, siempre vas a ser especial— relamió sus labios y prosiguió —pero, ahora yo lo he encontrado, y él es la persona más importante para mí, así que, yo sólo... quería decirte que ahora te dejaré ir en paz, ya no te estaré atando a mí con culpas, con dolor, con daño y remordimiento, tú puedes irte, yo estoy bien, él está conmigo— soltó un largo suspiro y con su pulgar limpió una pequeña lágrima que había resbalado por su mejilla, sonrió de nuevo. —Te quiero Gwen— se acercó un poco a la lápida y la tocó con su mano derecha, luego se incorporó y retrocedió un par de pasos, sin dejar de mirar aquel nombre —quizá pase un tiempo para que vuelva a visitarte, tal vez la próxima vez él me acompañe— sonrió, metió sus manos a los bolsillos del abrigo y bajó la mirada, empujando con su pie una pequeña piedra suelta en la tierra —hasta pronto— dijo, observó una última vez la lápida y dio media vuelta para comenzar a caminar.