"Hasta las personas que amamos se equivocan"

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[Canción de multimedia:  Unsteady - X Ambassadors]

PETER:

Se encontraba ansioso, semi-sentado en la cama de hospital, frotando sus manos sobre sus rodillas por encima de la sábana que cubría sus piernas y relamiendo constantemente sus labios en espera de Steve.

¿Por qué nadie le daba respuestas?

¿Por qué nadie le decía lo que pasaba en realidad?

Ya no era un niño para que le ocultaran la verdad y tenía todo el derecho a saber qué había sucedido con su familia.

—Cálmate...— Wade le masajeó el hombro —No te preocupes demasiado, no tarda en llegar.

Peter dirigió su mirada hacia él, había estado a su lado todo este tiempo, esperando pacientemente con él y apoyándolo en silencio, le sonrió y Wade correspondió.

La puerta de la habitación se abrió.

Vieron ingresar a Michael y detrás de él a Steve.

El rubio entró a prisa, inmediatamente buscó a Peter con la mirada antes de ir casi corriendo hasta donde estaba y lanzarse sobre él en un fuerte abrazo protector, tan reconfortante y cálido, de esos que solo un padre es capaz de otorgar. Lo envolvió por completo, y con una de sus manos acarició la cabellera de su hijo, sus ojos cerrados, una lágrima cayó sobre el hombro del muchacho, quien lo rodeó también pasando sus brazos por la espalda del mayor, cerrando sus ojos y escondiendo su rostro entre el cuello de este.

—Papá— susurró contra su pecho.

—Pete mi amor, no sabes lo preocupado que estaba.

—Wade— Michael le hizo una señal al mercenario y ambos salieron de la habitación, dejándolos a solas.

La habitación se sumergió por un momento en un completo silencio, que aumentaba los nervios de ambos, hasta que Peter se atrevió a romperlo.

—Te quiero papá...— dijo en voz baja, por la mera necesidad que tenía de decírselo, lo quería demasiado y pasara lo que pasara sabía que eso nunca cambiaría.

Era su padre, no llevaba su sangre, pero sí lo llevaba en el corazón y eso era quizá más importante. Había perdido a sus padres biológicos hacía varios años, y no había día en que no los extrañara, sin embargo, Steve y Tony habían hecho un extraordinario trabajo cuidándolo, educándolo y queriéndolo, tanto que cuando pensaba en sus figuras paternas, eran ellos los primeros en venir a su mente.
Había pasado estos días en angustia y desesperación tras despertar y no verlos ahí junto a él, como siempre solían estar... dándose cuenta así de la falta que aún le hacían ambos, de cuanto los necesitaba a ambos.

—Y yo a ti mi pequeño, y yo a ti.

—Te he extrañado— Peter deshizo su agarre y lo miró de frente, los ojos de papá Steve estaban llorosos, y fue entonces cuando comenzó a percatarse de que algo no iba bien —¿Por qué no habías venido? — No quiso que sonara a reproche, sin embargo, eso fue lo único que consiguió —¿Por qué tú y papá Tony no habían venido? ¿Dónde está él? — preguntó mirando a la puerta, esperando que mágicamente Tony se apareciera allí, con una sonrisa y un abrazo para él.

Observó que el Capitán tragaba saliva con dificultad y se dio cuenta de que no pudo seguir sosteniéndole la mirada.

—Lo sé Peter, lo siento. Yo también estaba desesperado, necesitaba verte cuanto antes, me preocupé demasiado... pero no podía por razones más fuertes que yo.

®Waiting For You | Spideypool Soulmate AU©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora