¿Y si... Jude fuera un superhéroe?

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[Leve mención de CalebxJude]

El semicalvo lo sabía, lo había visto, aún no terminaba de creérselo. ¿Cómo podía él...? Su mayor enemigo, su eterno rival, su mosca cojonera (esos bichos son muy molestos), su... ¡su todo!

A decir verdad siempre lo admiró y detestó a la vez. Admiración porque, ¿cómo diantres hace para no caerse corriendo con su estúpida capa de Superman? ¡Nunca se la quita! Maldito friki. Hasta a los entrenamientos la lleva. ¿¡Cómo mier*a hace para NO caerse con la pu*a capa!?

Pero claro, la admiración del mohicano debía ir acompañada de molestia y odio. ¡Cómo no! Ese odio se debe a que una vez el "inteligente" de Caleb quiso intentar correr con una capa idéntica a la de su gran amigo para toda la "laif" Jude Sharp. Resultado: un Caleb herido y un Jude muriéndose de la risa.

Lección: NO correr con capa a menos que seas Jude Sharp.

Después de esta lección importante de la vida el de ojos esmeralda recordó aquella vez en que habló con Celia y su conversación, aún le hervía la sangre con sólo recordarlo.

Flashback

El entrenamiendo de la tarde había terminado, en las bancas se encontraban Caleb Stonewall, el centrocampista de dorsal 8. Se sentó cansado del agotador entrenamiento, no hay quien detenga a Mark cuando comienza a jugar fútbol, al lado derecho de una de las gerentes del equipo, Celia Hills. Ella era hermana de Jude Sharp uno de los mejores estrategas del equipo.

Él tomó una botella de agua y una toalla que le entregó la chica y bebió mientras suspiraba, realmente estaba hecho polvo. La muchacha rió y comenzó una conversación, una donde regía el monólogo hasta que llegó, la bomba detonante que causó en el de cresta tremendo enfado.

- Ey, Caleb, ¿sabes? Lo he pensado y creo que mi hermano y tú hariáis buena pereja, los dos sois tan opuestos. Los opuestos se atraen.- aclaró la de gafas. El joven pestañeó sin creerse lo que acaba de escuchar. 3, 2, 1...

- ¿¡PERO TÚ ESTÁS LOCA!? ¿¡QUÉ TE HAS FUMADO!?- gritó muy furioso.

- ¡Ni de pu*a coña saldría con esa mosca humana!- afirmó 100% seguro de sus palabras.

- Eso dices ahora. "Del odio al amor hay sólo un paso"- recitó cual sabia maestra del yaoi.- Además, sé que te quedas mirándolo cuando estáis en los vestuarios, pillín.

- ¿¡QUÉ MIER*A!? ¿¡Quién te lo ha dicho!? Quiero decir, ¡eso es mentira!

- Muy tarde, ya lo has dicho 7u7

Fin del flashback

Aún le cabreaba pensar en ello. Mas eso no era lo que quería recordar, no, era aquella vez en que lo vio vestido de forma un tanto rara...

Flashback

Era una noche tranquila y silenciosa, un chico de ojos verdes de pelo marrón con cabeza semirrapada caminaba relajado por las calles de una ciudad de vuelta a su casa. En una ocasión miró al cielo por aburrimiento. Fue en ese momento cuando lo vio, una luz con forma de pingüino en lo más alto. ¿¡Qué co*o era eso!? Notó una sombra de una silueta, dirigió la mirada hacia dicha figura. En el tejado de un edificio, de pié, un hombre vestido con traje de gala, pajarita roja; una máscara negra que cubría su rostro y una capa parecida a la de su amigo, exclamaba:

- ¡Superpingüinoman al rescate!

Desde esa noche el pobre Caleb quedó traumatizado.

¿Fin?

Extra:

Una noche más protegiendo la ciudad de Inazuma del mal. Todo tranquilo. Hasta ahora lo único que hice es detener a los malhechores, un duro trabajo que puede costarme la "visa", sí, la visa. Comprarme un nuevo traje todos los días requiere sus gastos. Claro que, pensarán: ¿Para qué necesitas tantos si con uno o dos te llega? Pues porque todas las noches me dejo mi hermoso pelo (es una forma de hablar aunque mi pelo sí es hermoso) para detener el crimen y, como todo ser humano, sudo. ¿Que por qué no lo lavo? ¡Porque no tengo tiempo! ¿Qué dicen? ¿Qué por qué con el dinero no lo mando a lavar? Porque nadie puede saber quién es Superpingüinoman. ¿Qué por qué... qué? Porque Yolo, ¿ok?. Ya, dejad de cuestionarme, se parecen a un conocido mío cuyo nombre comienza por Ca- y termina por -leb. Nunca adivinaréis de quién se trata.

¿Y si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora