Capítulo:01

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Tras haber obtenido el resultado de su tomografía, los médicos le informaron la existencia de un tumor maligno en la base del cráneo, este podía extirparse con una cirugía endoscopia desarrollada a través de su nariz. Pero él no contaba con los recursos para pagar una operación y tratamientos tan costosos, ni siquiera contaba con seguro médico; sus exámenes fueron hechos en una clínica particular, tardo meses en juntar el dinero para poder hacerse el chequeo  y saber por fin la causa de esos constantes dolores en su cabeza.

Al explicarle los futuros síntomas, el hombre quedó horrorizado, sus dolores de cabeza no acabarían sino todo lo contrario, vendrían acompañados de vómitos, confusión, visión doble. Presentaría cambios en su sentido del oído, gusto y olfato, sentiría debilidad en una parte del cuerpo, le esperaría pérdida de la memoria y visión; cambios en sus funciones mentales, sus neuronas irían muriendo poco a poco hasta convertirlo, en pocas palabras en una persona completamente inútil hasta la hora de su muerte.

La solución, quimioterapias y una operación; el problema, falta de recursos y ganas de vivir.

Tao nunca había pensado que su vida terminaría así, si le hubiesen preguntado en su adolescencia como se imaginaba en diez años, definitivamente jamás habría contestado que estaría sólo y con una enfermedad que acabaría con su vida lentamente. Nadie toma en cuenta la posibilidad de una enfermedad, todos dan su futuro asegurado sin contar con ninguna complicación.

Mas sin embargo ahí se encontraba, sentado en la fría banca de un solitario parque con los resultados de su diagnóstico en sus manos a las seis de la mañana, por mas que releía el papel no lograba comprender como es que llegó hasta esa situación con una enfermedad que terminaría con su vida, podría conseguir dinero con un préstamo en el banco, pero simplemente no tenía ánimos de seguir viviendo.

Gruesas lagrimas descendieron de sus ojos recorriendo sus mejillas, no lo extrañaría nadie, no le haría falta a nadie.

Su momento de melancolía se mostró arruinado después de escuchar el característico sonido de una cámara al tomar una foto, levantó su rostro encontrándose con un joven rubio y alto que en efecto contaba con una en manos la cuál poseía una gran lente; el hombre le tomaba fotos sin siquiera disimularlo, ¿desde cuándo estaba haciendo eso? 

—¡Oh, disculpe!— El joven comenzó a caminar en su dirección cuándo se vio descubierto mientras Tao se mantenía estático en el mismo lugar.

—Perdone por tomarle fotos sin su consentimiento— Menciono el rubio mientras hacía una corta reverencia.

—¿P-por que hizo eso?  Por favor bórrelas.

—Pero usted luce muy bien, no crea que soy un pervertido o un asesino en serie buscando a su próxima víctima.— bromeó el fotógrafo— sólo me gusta tomar fotos, vera trabajo para el periódico Xīnwén, soy fotógrafo y sólo salí a hacer mi trabajo— Explicó el alto con una sonrisa.

—Entonces ¿porque me tomó fotos ami? Yo no soy parte de ninguna noticia.

—Ah, si lo siento, verá me gusta tomar fotos de paisajes y naturaleza muerta, ¿que mejor que el parque con sus árboles desnudos por el frío? No contaba con su presencia puesto a que siempre esta solitario en estas épocas y a esta hora de la mañana.

—Eso no responde a mi pregunta.— Tao se puso de pie dispuesto a irse y dejar al tipo alto hablando sólo, pero el rubio logro frenarlo sujetándolo del brazo.

—De hecho, no se por que lo hice, solamente lo vi y ocurrió, su rostro demuestra tristeza y eso luce genial en las fotos y con el concepto que llevo.

—¿Se alegra de las penas de otras personas? ¿Qué clase de hombre es usted?—  El pelinegro frunció su entrecejo deshaciéndose de la mano que sujetaba su brazo.

Shèyǐng  [TaoRis/KrisTao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora