Shèyǐng [TaoRis/KrisTao]

Capítulo:07

—Sabes, después de que te fuiste revisé mi correo y me encontré con buenas noticias.

—¿Qué tan buenas?

—Mmmh... cómo para seguir avanzando en el concurso, a los jueces les gustaron mucho las fotos. En especial una.

—¿Así?, ¿Cuál?

—En donde ves caer la nieve.

Se habían mantenido dos horas en carretera sobre un autobús sin saber su destino, pero estar con el rubio le agradaba mucho y más a sabiendas de que le era útil a alguien.

—¿Ya me dirás a dónde vamos?

—No— El rubio se mantenía con la vista en la ventana 

—¿Por qué no?

—Por qué es sorpresa, ya te lo dije.

— Y yo te dije que no quería salir.

—A pesar de ser tú el menor, no te comportas como tal. Tientes la actitud de un viejo cascarrabias.

—¡Claro que no!

—¡Sí, ¿ves lo estás haciendo?!

—No es cierto.

Yifan comenzó a tocar el rostro de su compañero recibiendo pequeños golpes de éste.

—A eso me refiero, te molestas por cualquier cosa.

—Ya déjame en paz y dime a dónde vamos.

—Está bien, te lo diré nada más porque ya casi llegamos.

Tao observó el perfil del fotógrafo esperando a que le dijera a donde irían, pero Yifan sólo sonreía con la vista al frente.

—¿Y bien?

—¿Qué?

—¡¿A dónde iremos?!

Varias personas en el autobús se giraron a mirar a la pareja unos con confusión y otros algo molestos por el grito del menor.

—Bueno ya te digo, después de que te marcharas seguí limpiando la casa, tomé una ducha y cheque mi correo, volví a ver tus fotos y recordé lo que habías dicho, de nunca haber visto el mar en persona, entonces pensé en darte esta sorpresa aprovechando tu descanso y en parte para festejar nuestro avance en el concurso.

—¿Entonces tú me trajiste?...

—Sí, mira por la ventana.

Tao obedeció y de entre algunas casas a la orilla de la carretera se lograba ver el océano a lo lejos. El menor no cabía en su emoción por lo que quiso salir de inmediato; Tal como un niño pequeño.

—Espera a que estemos más cerca.

—Pero quiero bajarme ya Yifan. — Tao daba pequeños brincos sobre su asiento logrando llamar la atención de algunos pasajeros por segunda vez.

—Quédate quieto, ya falta poco.

💙

Al bajar del autobús Tao salió corriendo en dirección al océano, el rubio al darse cuenta salió tras él con dificultad debido a la arena que hacía más lento su andar.

Al estar ya en la playa logró ver al menor parado viendo frente al mar.

—Oye, no debes de salir así corriendo.