Cerca de ti

35. La razón

CAMILA

Mi cabeza no deja de dar vueltas, siento un horrible dolor en mi garganta, abro mis ojos y comienzo a distinguir un cuarto en un color azul opaco, bastante viejo y descuidado, tanto que la pintura se está cayendo poco a poco y las paredes se encuentras bastante agrietadas. Hago una mueca de desagrado al recibir ese olor, algo huele realmente mal, ¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado?

Observó a mi alrededor y solo obtengo una habitación vacía, no hay muebles, ni ventanas, sólo el sucio colchón debajo de mí. Está helando aquí, intento abrazarme a mi misma pero no lo logro, mi piel está demasiado fría. ¿Qué ha pasado? ¿Qué me han hecho?.

Me estremezco cuando la puerta se abre despacio dejando estar un poco de luz, que rápidamente se transforma en oscuridad cuando la vuelve a cerrar. Es una silueta masculina, bastante grande que me hace levantarme rápidamente del colchón, retrocedo hasta chocar con la pared.

—Mira que linda muñequita —
Se acerca a mí observándome, me analiza de arriba a abajo. Todo es tan confuso, tengo miedo, mi cuerpo tiembla.

Se arrodilla frente a mí e intenta tocar una de mis piernas pero lo alejo tan pronto como puedo, eso solo causa en él una pequeña risa y en mí un extremo pánico que me corta la respiración y acelera el latido de mi corazón. Parpadeo varias veces cuando las lágrimas ya no me permiten ver con claridad.

—¿Quién es usted? ¿Dónde estoy? —Pregunto mientras mi boca tiembla, mi voz es tan débil, tengo frío y mucha hambre —Por favor, yo no he hecho nada, déjeme ir por favor.

Él sólo se ríe.

—La jefa estará encantada de saber que has despertado, tiene muchos planes para ti —Responde, puedo ver el arma oculta en sus pantalones, me aterroriza demasiado.

—Por favor, mi familia tiene dinero, les daré lo que me pidan, por favor, déjeme ir, yo no tengo nada que ver con ustedes —Suplico, doblo mis piernas para poder abrazarme a mi misma, una lágrima recorre mi mejilla —Soy la persona equivocada, lo juro.

—Tranquila muñequita, lo que mi jefa quiere de ti es algo que no podrás cubrir con ninguna cantidad de dinero —Responde, mi corazón late a gran velocidad —La hiciste enojar y lo vas a lamentar mucho, nadie quisiera estar en tus zapatos.

—Pero es que yo no hice nada malo... —Más lágrimas caen.

—Si lo hiciste, te metiste con la persona equivocada, le quitaste a mi jefa lo que era suyo y ahora te hará pagar —Dice, su voz es tan dura y fría.

—¿Quién es tu jefa? Estoy segura que esto se trata de un mal entendido. Si tan sólo pudiera hablar con ella... le explicaré que no soy quien busca, por favor, sólo me quiero ir.

—No, sabemos que eres la persona que ella ha estado buscando —Sonríe de nuevo, yo paso mi antebrazo por mi cara para limpiar mi cara.

—¿Quién? ¿Quién es ella? —Balbuceo, de pronto la puerta se abre y logro verla, no puedo creerlo. Ella enciende la luz y me ciega de inmediato por lo que cubro mis ojos con mi antebrazo.

—Bienvenida Camila Parks, he estado esperándote —Meghan entra a la habitación con una sonrisa de oreja a oreja, me quedo perpleja sin saber que decir, no puedo creer que sea ella —Jonah, retírate.

El señor se retira dejándome sola con ella.

—Meghan —Trago saliva —Meghan, por favor, sé que se trata de un mal entendido, no soy la persona que buscas.

—Te equivocas, te busco a ti, tú me quitaste algo y sólo estoy buscando que me lo devuelvas —Dice, camina hacia mí observándome con desprecio, con disgusto y con mucho, mucho odio.