Cerca de ti

48. ¿Dos?

No pude pegar un ojo en toda la noche, ¿Y si realmente lo estoy? No, que va, es imposible. Quizás estoy preocupándome de más, no lograré nada si sigo pensando en esto una y otra y otra vez.

Esta mañana me he despertado muy temprano, he tomado una ducha y me he alistado para pasar a la oficina después. Luke me ha acompañado al hospital a que nos den los resultados de los análisis médicos. Justo ahora estamos en el consultorio mientras esperamos al doctor.

—¿Crees que sea anemia? —Pregunta Luke a mi lado, no le respondo, sólo me encojo en hombros. Daniella prometió no decirle nada a Luke hasta que no estemos seguras de lo qué pasa.

Veo algunas de las cosas que están sobre el escritorio del doctor y busco ocupar mi mente en ella para evitar pensar en ello. Joder.

Mi mente explota en cuanto veo al doctor entrar al consultorio con un sobre en sus manos, veo a Luke removerse en su lugar.

—Bien, ya tengo aquí los resultados, ahora veremos si tienes anemia... Si es así, tenemos que estabilizar tus niveles de hierro —Dice el doctor —¿Quieres que vea ya los resultados?

Esta vez el doctor levanta la vista y me mira directamente a los ojos, asiento lentamente y el doctor comienza abrir el sobre, saca la hoja que se encuentra adentro. Comienza a leerla y luego nos mira a ambos.

Después se detiene en mí, joder, lo sabía.

—Bien, por lo que veo, podemos descartar la anemia, tus niveles de hierro en la sangre están muy bien —Afirma el doctor.

—¿Entonces por qué se sintió mal? —Pregunta Luke casi de inmediato, después veo al doctor sonreír un poco.

—Bueno, es muy sencillo... Está embarazada.

Todo se detiene en mí y parece que no soy la única, giro hacia Luke que no sabe muy bien cómo reaccionar. Y después de unos segundos lo veo, no sabe cómo disimular su sonrisa.

—Disculpe, ¿Qué ha dicho? —Pregunta Luke en pausas, ninguno de los dos sabemos que hacer o que decir, simplemente estamos en shock.

El doctor sonríe, debe parecerle graciosas nuestras caras.

—He dicho que su novia... Está... Embarazada, tiene cerca de 4 semanas de embarazo así que bueno, van a ser padres, muchas felicidades —Repite, dejándonos en shock, nuevamente —Los dejaré a solas un segundo.

Dice el doctor, se levanta de su silla y sale del consultorio. Este lugar se queda en silencio unos segundos y después él habla.

—Camila... ¿Has escuchado lo que dijo? —Está vez se gira hacia mí, asiento lentamente.

—Si... Vamos a ser papás —Cubro mi boca, voy a ser mamá, puedo sentir mi corazón al borde del colapso —Luke, mierda, vamos a ser papás.

Entonces él sonríe, sonríe muy ampliamente.

—Voy a ser papá... No puedo creerlo —Rápidamente Luke se levanta de su silla y da un paso hacia mí —Ven.

Me extiende su mano y la tomo, él no duda en rodearme con sus brazos, me envuelve en un cálido y reconfortante abrazo. Me hace sentir segura y protegida. Dios, Luke y yo vamos a tener un bebé, algo que será solo nuestro, nuestro y de nadie más.