𝐅𝐎𝐑𝐆𝐎𝐓𝐓𝐄𝐍 𝐁𝐑𝐈𝐃𝐄

05 ✧ Patience

En la terminal de buses un gran escándalo estaba sucediendo ya que Duff, Steven y Slash se encontraban a punto de tomar un micro de vuela a Los Ángeles, por alguna razón no tenían ganas de volar, mientras Izzy, cruzado de brazos, hablaba con ellos dando las ultimas palabras antes de separarse.

—Mandale nuestros deseos de suerte a Axl —pido Duff viendo al pelinegro.

—Seguro lo haré —suspiro con el grito de las fanáticas de fondo—. Si se llegan a encontrar con Erin, díganle que Axl y yo aún tenemos algunos asuntos de la banda que solucionar.

—Entendido —asintió Steven poniendo el costado de su mano en la frente para después sacarla en diagonal, casi como un saludo militar.

—¿Axl hablo sobre la terapia?, ¿como van? —siguió Duff esperando a que terminaran de subir los bolsos de todos los pasajeros en el gran vehículo de dos pisos.

—No me dijo demasiado —suspiro levantando una mano para acomodar un pocos sus cabellos por la brisa que los desacomodaba—. Sé que la parte en donde había que hablar de la infancia y demás paso en la última sesión, por lo que se podría decir que una de las partes mas difíciles ya quedo atrás —hizo una leve mueca con los labios.

Los otros tres chicos asintieron torciendo la boca para después voltear hacia atrás y ver a un empleado de la terminal empezando a llamar a la gente de ese viaje a que le diera el pasaje para verificar que fuera su micro antes de dejar que subieran.

—Es hora —suspiro Duff mientras Slash se acercaba y le daba un veloz abrazo a Izzy palmeando su espalda.

—Nos vemos, viejo —se despidió dejando a los otros dos decir adiós antes de ponerse en la fila como personas normales, algo que habían decidido intentar, pero sabían que en alguna gasolinera se bajarían y harían que los fueran a buscar para irse al casino o bar del pueblo o ciudad mas cercano.

Al ver que subieron, Izzy se dejo llevar por los de seguridad y se metió en un auto para llevarlo al lugar donde se quedaba pensando que lugar de Lafayette podía visitar para refrescar viejas memorias.

Ahora quedaba él, Axl y Blue como en los viejos tiempos... O algo así.

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Axl paro progresivamente el auto con el sol de la tarde dando en la carrocería y en parte de su rostro mientras veía el frente de la que alguna vez fue su escuela. Una leve sonrisa apareció en su rostro al ver a algunos niños de primaria salir y encontrarse con sus padre que recién podían buscarlos a esa hora luego del trabajo. Se inclino en el lado del acompañante para ver mejor la entrada de vidrio, viendo al fondo del pasillo una figura aparecer y acercarse cada vez mas hasta que se hizo mas nítida, revelando que era una mujer, y salio al exterior. De inmediato toco un par de veces la bocina con un ritmo para llamar la atención de la persona que se detuvo y miro a un costado notando que el auto estacionado era para ella.

—¿Axl? —pregunto acercándose con su bolso colgando de la articulación de su hombro.

—Hola, Blue —sonrió hablando a través del vidrio bajo del asiento del acompañante—. ¿Subes?

—Um... —dudo un poco viendo a un costado la parada de buses, pero luego volvió a verlo—. Seguro —asintió con una leve sonrisa.

Desde la sesión pasada, la femenina había quedado algo preocupada por el pelirrojo ya que se había tocado el tema de la niñez y él valientemente confeso, una vez mas, la realidad que lo abrumaba día a día. Pero cuando la hora que tenían con Irene termino, él se levanto y salio algo apurado, sin verla a ella, hablarle o esperar para tomar el elevador juntos como las veces anteriores. Simplemente se había ido en silencio y Blue estaba segura que eso se relacionaba por tener que volver esas feas vivencias de vuelta, por lo que ahora solamente quería ser la persona que sería con él si no quisiera divorciarse.