Los días de tristeza son muy largos.
La vida muy corta.Me cansé de tu sonrisa.
De la brisa que alguna vez inventaría.
Escribí más cartas de las que creería..
Levante más peso del que debería.Y me pudría lentamente en la violencia del recuerdo.
Me mantuve cuerdo y de acuerdo al desastre de mi vida.
Al desorden que escondía a mi alma perdida.
Moldeado del polvo, buscando una sacudida.Me cansé de tu mirada decidida.
De las mariposas hundidas posándose en mis ojos.
Perplejos detalles que llueven en la imaginación.
La emoción al besarte y tener la satisfacción de verte feliz.Ser tu cáliz prohibido.
Ser el amor que alguna mañana te he prometido.
Y nos ha sonrojado en un crepúsculo azul marino.
Lejos del cretino que no atendió a tus palabras preciosas.Me buscas,
bajo pupilas marchitas por noches de insomnio.
Bajo los miedos y personas que mandamos al demonio.
Tantos motivos obvios que se olvidan una tarde de domingo.
Pocos abrazos y tantos castigos atrapados en un letargo.Sólo yo podía hacer algo.
Empujando mis piernas fuera del fango.
Conmigo, sólo yo,
pintar mi oscuridad metafórica.Mi voz eufórica silenciando la burla más ilógica.
La muerte más trágica.
La belleza más etílica.
Y las líricas de mis complejos.De los espejos que hablan en las calles.
Que juzgan atemorizados a reconocer sus males.
Ahogando nuestra alegría en mares y cristales.
Y amistades que transforman su compañía en errores naturales.(...)
Odio tu vestido, tu hojas, tus gestos.
Dibujaste mi existencia en un pretexto.
Y te saque de contexto para construir mi utopía.
Empapando de café mi sequía.
Y saldría de tu negatividad hasta decir basta,
lo intentaría.Y sería el asta que sostiene a la bandera.
El extra de la aventura.
Ser la verdad en tus mentiras prematuras.
La mano aliviando la tortura que empaña tu hermosura.Por callar la genialidad de tus locuras.
Abriendo las ventanas dejando escapar la amargura.
Sentir la frescura del verde, de lo que existe en ti.
De que tu interior puede hacer florecer el exterior más ennegrecido en mi.Y ser agradecido por un cumplido.
Por un saludo en paseos de invierno.
Una vez ella me dijo,
da lo mejor de ti, no eres eterno.
Y en mis manos sostuve el infierno,
sorteando caricias embusteras.Vi animales de alma buena,
Y fieras heridas, sonrientes en la pradera.Si miras fijamente allá afuera.
Verás músicos de notas sinceras,
poetas de estacionarias primaveras.
Si observas más allá de ti, liberando a tu quimera.
Verás esperanza,
donde menos te la esperas.
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La Magia De Los Atrevidos
PoesiaNo soy escritor, no leo demasiado ni estoy interesado en la poesía actual o algo por el estilo, sólo quise usar este medio para expresar mis pensamientos, ideas, etc.. y este libro virtual se basará en ello. Mi meta? Llegar a los 120 escritos basánd...