"Menguante"

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Me escondí bajo tu falda oscura.
En la parte trasera de tu escritura.
De tu locura.
De tus palabras perdiendo la cordura.

Me hiciste soñar con ternura.
Pero tu amargura al amar me tortura, me importuna.
Te hace sentir insegura.
Me haces pensar que no estoy a la altura.

Que me apresuran, me atacan tus sueños mórbidos.
Tus anhelos prohibidos.
Y las estrellas vuelven a tener sentido.
Me has engañado.

Y me he decidido a dejarte.
A observarte.
Admirar tu sonrisa a lo lejos.
No amarte en la mente de tus reflejos.

Sin más complejos.
Con mis alijos y tu sabiduría.
Con tú armonía al seducirme.
Pero, tengo que irme al amanecer.

Olvidar que eres parte de mi ser.
Saber caer como las hojas.
Y es que ya no me sonrojas.
Sólo me alojas en tu incredulidad.

Sacias tu sed con mi creatividad.
Sin piedad.
Sin bondad.
Sólo me entregas una ansiedad incontrolable.

Tal vez yo soy el culpable.
Tal vez pude ser más amable en tus preguntas.
En tus presuntas intenciones.
No preste atención a las canciones.

Sólo somos tú y yo en las estaciones.
En los miradores de la ciudad.
En la brevedad de los días.
Al comienzo de cada poesía.

No eres sólo mía.
No tengo el intelecto para crear tan hermosa sinfonía.
Sólo soy uno mas que no sabe disfrutar de la alegría.
De las montañas,
de la utopía.

Tan sólo sonreía sin saber la razón.
Tan sólo sostenía mi corazón intentando descansar y calmar la comezón.
Pero el no puede parar.
Yo no lo puedo obligar.

Y al admirar el horizonte apareces tú.
Creyendo que me conoces.
Pensando que me estremecen tus lineas, que me mecen.
Que me nacen y mueren en cada punto.
Te arrastras conmigo cambiando de asunto.

No discuto.
No pregunto por un breve momento.
Intento respirar viendo al sol como un salvavidas.
Tan sólo sentir su calor me mostrara una salida.

Agacho mi cabeza notando sudor, calorías pérdidas.
Es tan simple como eso, asi es la vida.
Me vuelves a derrumbar con tu saliva.
Otra hoja manchada que no me motiva.

Me líquida.
Me atosiga.

Me castiga.
Me ahoga en letargos.

Sin luchar paso de largo.
Un estorbo más.
El mismo polvo en casa que esta demás.
Un mañana te llamo,
un jamás.

Un adiós tenaz que nos cohíbe.
Un número que me recibe en el calendario.
Un recuerdo que toma forma en mi diario.
Y tú otra vez susurrando que puedo ser legendario.

Pero, el abecedario debe mantener el orden.
Arrastro demasiado desorden, me satura.
Soy una sátira cocido a tu cintura.
Una mentira.

Me escondo bajo tu falda oscura.
Imaginado que el tiempo todo lo cura.
Viendo morir a las estrellas de forma prematura.
Sentado en el lugar más oscuro de la literatura.

La Magia De Los AtrevidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora