La Magia De Los Atrevidos

"La Habitación I"

Limpiando mi habitación me encontré con algunas cosas curiosas.
Me encontré con avaricia preguntándome donde llevaba tantas piedras preciosas.
No son valiosas.
Respondí.
No son más que problemas que te tuvieron de base a ti y ahora quiero sacar de mí.
De ti?
Se enfadó.
Repetía que debía acumular, dejarme llevar por el pasado.
Que el recuerdo es lo único para no permanecer olvidado!

Olvidado.

La ignore.
Las cajas parecían más pesadas.
Las mire.
Intenté arrastrarlas pero al sentir un empujón!
Pare.

Observé por todos lados.
Busqué y busqué, entre más buscaba me sentía más indignado.
Al andar sin cuidado tropecé y aprecie al orgullo riéndose a mi lado.
Con su cabello alocado y su sonrisa arrogante al verme tirado en el suelo destrozado.
Te he encontrado!
Dijo.
Que semejanza!. Pareces más una escoba vieja que una lanza.
Así pretendes llevar a cabo tu venganza?
Esta de más darte alabanzas.

Vergüenza...

De que sirve la lucha si de todas formas es un ciclo infinito en la balanza.
Y con tantos gritos nadie...
Escucha.
Las sirenas, las antenas, las frases que almacenas sin tener tiempo de una ducha o preparar la cena?

Me fui de la escena.

Ya no pesaba tanto la caja que almacenaba mis penas.
Ya podía soportar el hecho de tener sangre en mis venas.
Pero...
Y lo de mis problemas?

Me sujete a la cama interrumpiendo el sueño de una bella dama.
Era cobardía.
La mire silencioso mientras corría y se escondía.
Si la seguía y la enfrentaba de todas formas...
Importaría?..
No...
No cedería.

Pero ya no la vería durmiendo conmigo.
Tal vez conocería a la valentía y su abrigo.
Tal vez no necesito testigos.
O amigos...?
O enemigos?

Algún día

Ese algún día me recordó a todo lo que dibujaba el rechazo.
A todo el fracaso que tenía de pintura.
Al portazo.
Al caso que tendría que pagar fuera del plazo.

Ese es mi caso.

Al atraso del placer y de comer.
Seguí sacando objetos de mi taller.
Sin saber si todo esto me haría bien.
Podría entender por qué no disfrute el día de ayer?

No se perder..

Barrí a hipocresía.
Debajo del polvo había algo que no entendía.
Me decía que si la seguía me bañaría de sabiduría.
Que buscó a esperanza para saber si alguien la salvaría.
Que curioso.
Dije en voz alta.

Como se llamaría?

Como tú desees pero me conocen como...

Poesía.