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Cada uno de los presentes en la sala me miraba atentamente. Excepto por Jefazo, que tenía cara de estar a punto de lanzarme un escupitajo.

"Negro." Dije con voz firme. Al segundo V me dio la cera de color negro. El chico de gafas de sol se había prestado voluntario para ser mi ayudante en la ardua tarea de hablar sobre mis queridos Block B.

Me había parecido la mejor idea del mundo el dibujar a cada miembros primero con ceras de colores destacando los rasgos característicos de cada uno, pero a Yoongi como era normal, no le había gustado mi idea. Es que era muy soso para entenderme.

"Este es Park Kyung." Anuncié al acabar de colorear el pelo de negro. " Es muy listo y habla muy bien, y es el más bajito de todos. Tenéis que hablar primero con él si queréis ir de buenas."

Ya les había explicado que no podían hablar directamente con Zico y esperar a que todo fuera bien. Acababan de secuestrar a su hermana pequeña, y Jiho era el ser más protector del mundo; es decir, estaría muy pero que muy cabreado ahora mismo.

Les hablé de P.O y de que no tenía muy claro cuál era su función. De Jaehyo, que era la mamá guapa del grupo y de Taeil, el bebé que daba miedo y un informático de primera.

Por otro lado estaba también B-Bomb y Ukwon, los cuales eran los encargados de hacer todo el trabajo sucio. Terminé mi obra de arte y dejé la cera de color sobre la mesa para mirar fijamente a Jungkook; aún no me podía creer que después de todo este tiempo Tim había sido un farsante.

"¿Cuál es la mejor forma de ponernos en contacto?" Jefazo me preguntó.

"Creo que deberías citarles en un punto medio." Dije tras reflexionar unos segundos. "Y yo debería ser la que hable con ellos."

"No me fío de ti." Yoongi chasqueó la lengua, fastidiando porque él sabía bien que yo era la mejor opción.

"Entonces hazlo tú." No tenía ganas de discutir aquel día, mis emociones estaban demasiado sensibles como para echar leña al fuego. De hecho, no tenía ganas de seguir hablando, me estaba empezando a doler mucho la barriga.

Me puse de pie sin decir palabra y me fui a mi cuarto donde me tiré en la cama boca arriba, mirando hacia el techo.

No sabía por qué exactamente, pero de pronto me sentía triste y enfadada. Me había llevado toda mi vida siendo protegida y queriendo ayudar; buscando ser útil. Ahora tenía la oportunidad de hacer algo y ni aún así me dejaban actuar.

Podía evitar que se liaran a tiros, podía salvarlos a todos, pero no. No quería estar allí más, era muy aburrido. Tampoco quería volver a casa; también era aburrido.
Fui al baño a hacer pipí y mientras estaba sentada en el váter tuve la mejor idea del mundo, otra vez.

No diría nada. No hablaría con nadie. Simplemente mantendría la boca cerrada.

Mi plan iba bien; había pasado una hora y media y no había dicho ni pío. Tampoco es que hubiera salido de mi cuarto o nadie se hubiera molestado en visitarme, lo cuál era un poco triste.

Finalmente mi puerta de abrió y pude ver a Wonka, Conejo Joe y Jimin. Entraron en la habitación y me miraron con cuidado. Jimin parecía llevar una bandeja en las manos y parecía deseoso de dejarla en algún lado porque se le estaban empezando a resbalar las gafas por la nariz.

"Te hemos traído comida." Joe dijo con una sonrisa. "Y así tenemos una excusa para dejar de escuchar a Yoongi y Namjoon hablando sobre Block B."

Jimin dejó la bandeja sobre la mesita de noche y me maravillé del olor que desprendía la comida.

"Yo te he traído las ceras de colores y un cuaderno por si quieres seguir dibujando, sé que tienes que estar aburrida aquí sin hacer nada." V me dejó las cosas sobre la cama y estuve a punto de decirle que le quería, pero me mordí la lengua y asentí con la cabeza.

"¿Necesitas algo más?" Hoseok preguntó. No le iba a contestar, tenía que adoptar correctamente mi papel de emo adolescente, así que les di la espalda y me tapé fuerte con las mantas, sin decir ni una sola palabra.

Escuché el silencio, que se rompió con la pregunta de Jimin "¿Estás bien?"

Mi plan estaba siendo todo un éxito. Ahora se preocuparían por mí. Dios, solo soy una desesperada a la que quiere que le hagan casito...

"¿Boa?"

Oí como la puerta se cerraba y al cabo de un minuto se volvía a abrir.

"¿Qué es lo que pasa?" Era la voz cansada de Yoongi, me lo imaginé con los brazos en jarras.

"No sé, le pasa algo. No quiere hablar, ni comer."

Crucé los dedos para que mi barriga no hicieran ningún ruido raro que delatara mi hambre.

"Tampoco quiere dibujar." Gracias, Wonka.

Parecía la mascota de la familia. El perri que se ha puesto enfermo y ahora cagaba suelto y vomitaba piedras.

"¿Y para esto me habéis llamado? Venga chicos, solo quiere llamar la atención."

No, no es verdad.

Noté una mano en mi hombro que agarró las sábanas y tiró de ellas, revelándome hecha una bolita en posición fetal.

"Boa, levanta." Se puso en plan madre conmigo y yo me acurruqué más. ¿Era tan fácil entender que quería que me dejasen en paz? Me zarandeó y eso me cabreó tanto que le clavé la mirada rápidamente.

Entonces noté algo caliente cayendo por mi nariz hasta mi boca y vi como la expresión de Joe se tornaba en una de horror. Me llevé la mano a la nariz y me horroricé yo también al ver la sangre oscura.

Comencé a sentir mareo y fatiga.

"Mierda."

Dear diary (BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora